Habían pasado dos meses desde que se fueron a vivir juntos, estaban viviendo en piso colmena en Hong Kong en unas de las zonas más humildes, pero Mo ya estaba acostumbrado a vivir en esos lugares aunque He Tian no.
En esos dos meses el pelirrojo había dado, obviamente, positivo en el test de embarazo a lo que ahí le tuvo que decir al pelinegro que tenía sida y que entonces lo más seguro era que él también estuviera contagiado y que el bebé nacería con sida. Al principio el pelinegro no sabía cómo reaccionar pero luego le pegó al pelirrojo y estuvo un día sin hablarle hasta que se disculpó.
También en esos dos meses Mo había conseguido un trabajo de cajero y reponedor en un pequeño supermercado mientras He Tian todavía ni se había molestado en buscar trabajo.
En la casa lo hacía todo el pelirrojo, el plancha, ponía la lavadora, cambiaba las sábanas, limpiaba, hacía la comida, incluso a veces tenía que sacar a pasear al perro y todo lo demás, el pelinegro no hacía nada sólo fumar como un camionero y gastarse el dinero en chorradas aunque si que era cierto que gracias al dinero que tenía ahorrado el pelinegro sobrevivían porque lo que ganaba el pelirrojo era una miseria.
Algo que si no era bueno de lo que había pasado esos dos meses era que los dos se habían vuelto adictos al opio. Un día lo trajo He Tian a casa diciendo que se lo habían regalado, lo fumaron en una pipa y les gustó tanto a los dos que cada día fueron fumando más y más hasta que llegó un punto en el que mínimo tenían que fumar esa mierda una vez al día porque si no no eran capaces de llegar bien al final del día.
De hecho en ese mismo instante el pelirrojo se encontraba comprando opio para consumirlo ese mismo día junto al pelinegro.
- Un cinco.- Dijo Mo al camello.
- Como siempre son treinta y nueve yuanes.- Le respondió el camello.
Mo sacó el dinero y se lo dió al camello para que esté se subiera a su casa y bajara con la droga, mientras tanto el omega le esperaba sentado en la puerta del portal de éste.
El camello bajó y le entregó el opio al pelirrojo y eso hizo que se pusiera a analizarla si era de calidad.
- Oye Mo ¿Eres chino?- Aprovechó el camello para preguntarle.
- Si.- Respondió el pelirrojo secamente y sin mirarlo.- ¿Acaso no lo ves?
- Wau eres un tío impresionante.- Le dijo el camello.- Eres pelirrojo y encima un omega que parece físicamente un beta o incluso a veces por un alfa.
- ¿Como sabes que soy un omega?- Preguntó Mo apartando, por fin, la mirada del opio.
Justo ahí le empezó a doler la marca.
- Pues tío por tu cicatriz del cuello que se ve claramente que estás marcado.- Contestó el camello.- Tu alfa es el pelinegro ese que también me viene a pillar ¿Verdad?- El pelirrojo afirmó moviendo la cabeza.- Se apellidaba He ¿No?
El dolor iba incrementando.
- Si.- Le respondió el pelirrojo intentando disimular el dolor.
Cada vez aumentaba más
- Oye es cosa mía ¿O él tiene algo que ver con la empresa He?- Volvió a preguntar.- No sé, creo que se parece mucho al dueño de la empresa y sus dos hijos.
El dolor era insoportable.
- Que va, si no no estaríamos viviendo aquí.- Le contestó Mo.- Bueno me voy.- Se despidió del camello.
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Ojos de miel.
FanfictionMo Guan Shan es un Omega que vive con sus padres y sus dos hermanos que están en la pobreza absoluta, por culpa de la imprudencias del padre. Un día su madre Omega encuentra a su pareja destinada, el alfa más rico de china, haciendo que estos abando...