Ojos de miel.

Capítulo 9.

Mo estuvo corriendo durante casi una hora hasta llegar a casa de She Li.

Llamó a la puerta y le abrió el vietnamita con el semblante serio.

- ¿Que quieres?- Preguntó Hieu sin dejar pasar a Mo.

- Li me ha dicho que venga.- Contestó Mo.

- ¿She Li? Cuando lleva tres días encerrado en su habitación.- Decía el vietnamita impidiendo que el pelirrojo pasara.

- Me ha mandado un mensaje hace una hora.- El pelirrojo le enseñó el mensaje.- Déjame pasar.

Mo forcejeó un poco con Hieu y al final pudo entrar.

- No es justo.- Dijo Hieu.

- ¿El qué?- Preguntó Mo ya dentro de la casa.

- Que She Li te quiera tanto.- Confesó el vietnamita.- A tí, justo a tí que no te preocupas nada por él.- Comenzó a decir.- Siempre le estoy cuidando de los ataques de ansiedad que le dan cuando tú no estás, estos días lo único que he hecho a sido estar pendiente del él, le he dado hasta la comida a la boca, tú no has hecho ni aparecer incluso los últimos días ni siquiera le mandabas mensajes dejando a She Li todavía mas en la mierda y aún así, a pesar de todo, él te sigue prefiriendo a tí antes que a mí. A tí que nunca haces nada por él, solo estresarlo y para variar tiene confianza contigo y conmigo no.- Hizo una pausa y hubo un enorme silencio en el piso.- ¡ES INJUSTO!- Acabó chillando rompiendo el silencio

El pelirrojo se quedó en shock, no se esperaba nada lo del vietnamita y mucho menos como reaccionar.

Justo se escuchó como la puerta del cuarto de She Li se abría y como no el que salió de ahí fué She Li, lo había escuchado todo.

El peliblanco se dirigió directo al vietnamita, empujando a el pelirrojo para darle al otro un gran tortazo en la cara resonando por toda la pobre casa y dejándolo sangrando del pómulo.

Hasta a Mo le dolió ese golpe.

- Como te atreves a tratar así a Shan.- Dijo amenazante She Li a Hieu.- Largate, no te quiero ni ver.

El vietnamita solo bajó la cabeza y le pidió perdón a los dos asumiendo toda la culpa, después de eso se fué y no volvió en dos días.

Cuando se fué She Li agarró a Mo de la muñeca arrastrándolo hasta su cuarto.

El cuarto del peliblanco estaba sucio, lleno de polvo, todo el suelo lleno de ropa y jeringuillas rotas, olía a sudor y tenía muchas humedades debido a que no ventilaba para contener el poco calor que tenía.

- ¿Por qué dejas que Hieu te hable así?- Fué lo primero que le dijo el peliblanco en días y encima enfadado.- Yo soy el único que tiene derecho a hablarte así.

- Perdona.- Se disculpó el pelirrojo.- No lo había previsto.

Mo todavía seguía en shock, obviamente eso había sido una confesión de celos por parte de Hieu, pero no sabía cómo reaccionar si ponerse celoso como She Li o pasar ampliamente del tema porque sabía que su novio no le haría ni caso.

El pelirrojo confiaba plenamente en que el peliblanco nunca lo traicionaría.

Después de un silencio habló She Li.

- Hueles a alfa.- Dijo She Li con asquerosidad.- No me jodas que has estado con ese.- Se refirió a He Tian.

- Joder vivo con él, es normal que huela así.- Contestó Mo.