Capitulo 1.

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Ahí estaban sentados unos enfrente de otros. A la derecha estaban los He y a la izquierda los Mo que a partir de un mes pasarían a ser también de los He.

- Estos son mis hijos Lian, Zhao y Shan, el mayor, todos son betas.- Decía la mujer sonriendo presentando a todos sus hijos a su futuro marido y a sus hijos.- Saludar.- Les medio ordenó amablemente.

- Hola...- Saludaron los tres a la vez tímidamente.

A los dos hermanos morenos les pareció bastante extraño el olor de ellos, olían todos normal pero había algo extraño salía un olor un poco más fuerte, sabían que había un omega entre ellos mientras tanto el padre alfa solo olía a la madre omega porque de ahora en a delante solo podrá oler a ella ya que es su pareja destinada.

- Saludar vosotros también.- Les dijo estricto el padre a sus dos hijos.

- Hola, soy He Cheng.- Dijo el hermano mayor serio y seco.

- Y yo He Tian.- Añadió el hermano pequeño también serio y seco.

- ¡Es verdad! Vosotros también presentaros, de menor a mayor.- Les propuso la madre.

- Yo soy Mo Lian.- Dijo una chica seria con la cabeza rapada excepto las patillas, maquillada de negro, vestida también de negro, y bastante alta aunque igual lo parecía con las plataformas de las grandes botas que llevaba. Su madre le dio un golpe con el codo para que continuara.- Tengo dieciséis años.- Ella tenía los ojos marrones y por el poco pelo que tenía también lo tenía marrón.

- Soy Mo Zhao, tengo dieciséis años, soy mellizo de Lian.- Dijo este sonriente, era la réplica de Lian pero en chico y con el pelo más crecido pero también corto, vestía colores mucho más alegres como el azul.

- Mo Guan Shan, tengo diecisiete años.- Este el era el más diferente y el que más le llamo la atención al pequeño de los He.

Mo era el único diferente de sus hermanos. A diferencia de ellos el salió parecido a su madre, tenía el pelo naranja y los ojos de color de miel, el pelo lo tenía rapado por los lados y un poco largo por arriba aunque también bastante corto, llevaba dos aros pequeños de pendientes, una camiseta negra con la hoz y el martillo en rojo de la Unión Soviética también unos pantalones vaqueros rotos, unas botas militares negras y pulseras con pinchos. En resumen era un punki.
Estuvieron los dos padres hablando entre ellos durante toda la cita mientras que sus hijos se aburrían escuchando al final quedaron en que los Mo se mudarían en una semana a la grande mansión de los He.

- ¿Has olido algo extraño?- Le preguntó He Tian a su hermano mayor ya dentro de la limusina después de despedirse de la pobre familia.

- Si, hay un omega entre los hermanos.- Contestó He Cheng serio.

- Creo que será uno de los mellizos, el pelirrojo no creo que sea.- Le dijo el pelinegro.

Pasó una semana y Mo Guan Shan ya había metido todo en cajas para mudarse a su nueva casa, el problema era que se tenía que separar de su padre.
Sus padres siempre se habían amado hasta el día que su madre se cruzó con su alfa destinado, después de estar en casa de una amiga, sin quererlo ella ni el otro los instintos les pudieron a los dos y se marcaron, a partir de ahí su familia se rompió. Sus padres acabaron divorciándose sin tampoco quererlo pero no quedaba otra, porque en este mundo por encima de todo iba el destino, el resto ya no importaba tanto. Por culpa de eso ya nunca estaría agusto en una casa y solo podría ver a su padre los findes de semana.
Estuvieron como una hora en coche y el trayecto no fue del todo agradable.
Cuando llegaron a su nueva casa, Mo no se pudo sorprender más.
Sabía que los He eran ricos pero no sabía que tanto, porque eso no era una casa, era una mansión.
Cuando entraron había un mayordomo y el señor He esperándolos con una amplia sonrisa.

- Hola.- Les saludo a todos el señor He con una sonrisa.- Dalai coge las maletas.- Le ordenó al mayordomo.

Dalai subió las escaleras con todas las maletas mientras los otros subían en un ascensor que había dentro de la casa cosa que le sorprendió bastante a Mo pero el obviamente no dijo nada, también Zhao miró con pena a Dalai pero tampoco él dijo algo.
Cuando llegaron el señor He, que el pelirrojo ya no se acordaba cómo se llamaba, les enseñó toda la casa y sus nuevas habitaciones.

- Y este será tu nuevo cuarto Shan.- Le indico el señor He una habitación más grande que su antigua casa.

- ¿Aquí?- Dijo Mo sorprendido.- Oye ma yo tengo que dormir con Zhao y Lian para que se me pegue el olor.- Le susurró enfadado a su madre.

- No te preocupes Shan, Joon ahora es una persona de confianza al igual que sus hijos ellos te guardarán el secreto, puedes estar tranquilo.- Le intentó calmar la madre.- Además ahora tenemos dinero suficiente para comprarte colonias.- Dijo para ver si se calmaba con eso último pero vió que no.

- ¿¡Quién es Joon!?- Dijo el pelirrojo exaltado a punto de chillar.

- ¡Shan! ¡Es tu padrastro! ¡Con él que vas ha vivir hoy todos los días!- Se enfadó la madre.- Disculpa Joon.- Es vez se dirigió a Joon

- No importa, no debe estar acostumbrado, luego le acabaré cayendo bien, ya verás.- Dijo con una sonrisa demasiado falsa.- Bueno Shan te dejamos solo en tu nuevo habitacion, pronto vendrá Dalai a traerte las maletas.

- ¿¡QUIEN COÑO TE CREES PARA LLAMARME SHAN!?- Chilló Mo colmando su paciencia.

A Mo lo que más le molestaba en esta vida era que le llamarán por su nombre sin que tuvieran confianza.
Después de que gritará eso acto seguido sus hermanos, que ya sabían que hacer en esa situación, lo empujaron hacía su nuevo cuarto cerrando la puerta en sus narices.
Ahí el pelirrojo decidió sentarse "tranquilamente" en su nueva cama observando su nueva habitación que solo tenía una cama que ahora era matrimonial un armario más grande que la cama pero estaba vacío y empotrado en la pared, el gran tocador que estaba enfrente de la cama pegado a la pared con un gran espejo.
Poco rato después llegó Dalai con su maleta, cuando se la entregó, Mo, dejó la puerta abierta.
Tiró la maleta encima de la cama, la abrió pero justamente sonó el móvil y el le prestó más atención a este que a la maleta dejando a la vista los inibridores y supresores del celo.

- ¿Que coño quieres Li? Te dije que no me llamarás.- Contestó el pelirrojo secamente a la llamada.

-Oh venga no seas así conmigo, solo quería saber cómo estabas en tu nueva casa.- Habló She Li por la otra línea.

- Pues de puta madre.- Le contestó con ironía Mo cosa que no le gustó nada al peliblanco.

- Voy a buscarte.- Contestó serio el peliblanco.

- ¡No! ¡No vegas!- Dijo esta vez un poco más asustando el pelirrojo por qué no quería que lo viera su madre.- ¡Por favor!- Volvió a decir al ver que She Li no contestaba pero solo consiguió que le colgará.- ¡JODER!- Chilló dando una patada a la lujosa pared.- No tendría que haberle dado mi nuevo dirección, mierda.- Pensó.

Se giró para ir a la salida de la enorme casa pero justo se encontró a su hermanastro de su misma edad, cuyo nombre ya no se acordaba, observando desde la puerta que había dejado abierta, mirando fijamente los inibidores y supresores del celo que habían en la maleta abierta haciendo que Mo se asustará.

Ojos de miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora