Capítulo 24

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Después de ese mal rato los dos se fueron a dormir en silencio. Al final mientras el omega dormía, el alfa lloraba en silencio para no despertar a su pareja.

Al día siguiente era domingo por lo que ninguno de los dos no trabajaba así que decidieron bajar los dos al parque junto al perro y su hijo.

Esa mañana los dos hicieron que no pasó nada la noche anterior aunque los dos mantenían los anillos, uno en el dedo anular de la mano derecha y el otro colgando del cuello.

Cuando bajaron los cuatro al parque, He Tian se fue un rato porque dijo que tenía que hacer una llamada a lo que Mo supuso que sería a su hermano o padre.

Al rato de que el pelinegro se alejó lo suficiente para estar seguro de que el pelirrojo no le escuchaba sacó su móvil y se dispuso a llamar a su hermano.

Estuvo esperando casi un minuto hasta que He Cheng le cogió el teléfono.

- Cheng.- Dijo He Tian nada más que He Cheng cogiera el teléfono sin dejarle hablar.- Dame dinero.

¿Otra vez?— Preguntó He Cheng desde la otra línea.— Una mierda.

- Joder eres mi puto hermano.- Se quejó el pelinegro.- Prometiste ayudarme con esto.

A ver Tian, tienes que tener las cosas claras ¿Vale?—Dijo el moreno.— Primero entiende que
en esas condiciones y en ese piso de mierda no se puede criar bien a un niño así que por mucho que me pidas dinero el niño no va ha estar bien.—Le empezó a explicar.

- Vete a la mierda, Cheng.- Le dijo interrumpiendole He Tian.- Joder con trabajos de mierda como pretendes que nos mudemos.

Abandona al omega.— Contestó He Cheng.— Cásate con quién diga nuestro padre y ten una vida de millonario.

- Deja esa mierda ya.- Le respondió el pelinegro.- Sabes que abandonar a mi hijo y a mí pelirrojo no es una opción, busca otra solución.

Eres un puto exquisito.— Dijo el moreno.— Si tan sólo hicieras caso...— Volvió a ser interrumpido.

- Cállate Cheng, nuestro padre no acepta mi familia porque yo era su única esperanza y al final le salió igual de mal que contigo.- He Tian paró para respirar.- Y por eso la tomó conmigo, pero que sepas que él desprecia de la misma manera a Qiu y a Xue.

Eso no es cierto.— Es lo único que pudo decir He Cheng.

- Es cierto y lo sabes, deja de idealizar al cerdo de nuestro padre.- Le respondió el pelinegro bastante cabreado.- Así que déjate de mierdas de abandonar y dame el puto dinero.

Hubo un enorme silencio.

Está bien.— Dijo al final el moreno cortando el silencio.— ¿Cuánto quieres?

- Dos mil trescientos yuanes.- Contestó cortante He Tian.

Te los pasaré a la tarjeta esta tarde.— Acabó diciendo con un gran suspiro He Cheng.

Hubo otro silencio.

¿Te acuerdas de nuestro tío? El hermano de mayor de nuestro padre.— El moreno fue el que volvió a romper el silencio.— El que era un corrupto.

- Me acuerdo.- Contestó simplemente el pelinegro.

Pues tenía un apartamento en Changsha y ahora tengo yo la llave.— Dijo He Cheng.— Te la podría dar y te mudas ahí con tú familia.

Ojos de miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora