Capitulo 692

13.5K 74 10
                                    

Eran pasadas las 12, después de bañarme y arreglarme para dormir, decidí ir a la habitación de Draco para ver si seguía despierto.

Toqué pero nadie respondió, así que entré; cerré la puerta detrás de mi y puse el seguro manual. Se que no podemos hacer nada, pero al menos podríamos tener una sesión de besos.

Escuché el ruido de la ducha, así que me dispuse a esperar afuera. Me metí bajo las sabanas de su cama para cubrirme del frío. Afuera caía la nieve, la chimenea estaba encendida, pero aún así se sentía un poco del frío que absorbían las paredes desde afuera.

El ruido del agua dejó de sonar; yo estaba acostada del lado de la cama en la que normalmente duermo, a la espera de Draco. La puerta del baño se abrió y una bocanada de vapor salió para invadir el cuarto.

Voltee a ver mientras el salía del baño. Por suerte para mí y mis hormonas, Draco ya venia vestido. Traía de pijama unos pantalones de ceda negra con una camisa de manga larga de la misma tela. Esta última todavía desabotonada, pero se podía ver un "D.M" en el costado de la camisa. Venia secándose el cabello con una toalla blanca cuando noto que yo estaba ahí.

D: justo iba a verte... parece que me ganaste, serpiente escurridiza... ¿como te metiste ahí? *dice al darse cuenta de mi presencia*

T/n: muy fácil... la puerta no estaba con llave y tu cama se veía muy vacía, así que tuve que hacer algo al respecto....

D: muy vacía, ja? pues entonces que suerte la mía al recibir a tan hermosa acompañante esta noche. Pero creo que entiendes que me tendré que aprovecharme de la situación, cierto?.... 

Draco se arrastró hasta a mí desde el otro lado de la cama; sus cabellos todavía húmedos estaban alborotados, mientras dejaba ver sus abdomen por la falta de abotonamiento de su camisa. Se acercó lo suficiente a mí como para que yo pudiera percibir su aliento fresco con olor a menta y el perfume que emanaba de su piel, debido al jabón de baño.

Pasé mis manos por los bordes de la camisa de Draco y comencé a abotonarla; claramente no era que no me gustara la vista, al contrario, ese pecho y abdomen muchas veces me habían hecho perder la razón, y justo hoy, no podía darme el lujo de perderla. 

T/n: mmm.. no creo que haya mucho de lo que aprovecharse.... *dije seria* ya sabes que no podemos hacerlo aquí...

D: ni siquiera me darás la oportunidad de convencerte? *dice pícaro*

T/n: lo único que puedo ofrecerte hoy son unos besos.... y me estoy viendo muy generosa.

D: bueno... creo que puedo trabajar con eso..... por un rato *dice pícaro*

Sin dejarme responder, Draco choca sus labios con los míos uniéndolos en un beso que comienza algo lento, pero enseguida se intensifica. Su lengua se abre paso en mi boca y empieza la búsqueda por el dominio. Yo paso mis manos alrededor de su cuello para atraerlo más a mí. 

Con un movimiento rápido, Draco hace un lado las sabanas que yo tenia encima y se mete dentro de ellas conmigo. Una de sus manos se posa en mi cintura, mientras que con la otra sostiene su peso para no aplastarme.

Los jadeos empiezan a llegar a mi por la falta de aire; afortunadamente, en ese momento Draco deja mis labios para bajar sus besos a mi cuello. Las succiones que hacia en el me aceleraron la respiración, y un poco de excitación empezó a correr por mi cuerpo. Draco iba dejando chupetones por ambos lados de mi cuello y hasta llegar a los bordes de la blusa de mi pijama.

Seguía haciendo presión en mi cintura , yo trataba de aguantarme esos pequeños gemidos que pedían ser expulsados de mi cuerpo. Mi excitación se elevaba, yo ya me podía sentir mojada; mi instinto me traiciono y en un acto involuntario, alcé mis caderas para pegarla hacia él.

Hasta las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora