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- No quiero ir...

Se acurruca contra el pecho desnudo de su amado, mientras Luzu terminaba de abrir los ojos.

Un nuevo mañana despertando junto al cálido cuerpo de Raúl, envuelto en sábanas blancas que hacían resaltar su tez canela.

- Hoy hay que hablar con Sam-..

- Shhh.

Una mano es estampada dulcemente contra sus labios sellandolos por completo. Raúl empieza a cerrar cada vez más sus ojitos marrones causando que la tensión en su agarre aflojara lentamente.

Ahora simplemente, al deslizarse con pereza sobre el niveo rostro del hombre, estaba apoyada, delicadamente, sobre el cuello de quien acariciaba sus cabellos con lentitud.

Estaba todo tan tranquilo y precioso, todas las mañanas que despertaba junto al joven, eran las más bellas y preciadas para Borja.

- Raúl.

Habla con esa voz dulce y grave que le raspa la garganta, Auron solo acomoda mejor su cabecita, dejando un claro mensaje de que no pensaba levantarse.

- Raúl.

Segundo llamado, un poco más fuerte que el anterior, pero igual de divertido para el peliazabache, que suelta un bufido, voltea todo el cuerpo, quedando boca abajo, dejando sus manos bajo su mentón, mirando los brillantes diamantes de Luzuriaga, olfateando el delicioso aroma de su piel cálida.

- ¿Mhm?.

Responde cansado, un poco sarcástico y enamorándose cada vez más de esos hermosos labios curvados, y el latir de ese corazón acelerado. Los primeros rayos delicados del sol entraban por la ventana, causando que el aura de tranquilidad empezara a vovelerse aún más cómoda.

- Te amo.

«💸»

- ¿Raúl?.

- ¡Rauul!. - Sonríe con simpatía hacia la persona que entraba por la puerta de empleados.

- Hombre, y pensar que te creía muerto.

Beatriz camina hasta el chico, sin antes darle un pequeño golpe en la cabeza a Adam. Y abraza con fuerza al joven, que sonríe con sinceridad.

La noche anterior parecía que estaba todo perdido, el señor De Luque se arrancaba los cabellos por toda la ira guardada en su cuerpo.

- ¿Hay alguien en casa?.

- ¡Señor Luzuriaga!. Que vergüenza que entre por esa puerta. Por favor, tome asiento.

Sonríe sincera, una pequeña reverencia y camina hasta la heladera con delicadeza. Adam toma asiento mirando con detalle, y con algo de duda, cada acto del hombre frente suyo.

- Me iré a cambiar... Beatriz, ¿Me necesita para algo?.

- Necesito que lleves el desayuno a la sala.

- ¿Algo que no involucre a los De Luque?.

Fulmina a Raúl y a su sonrisa inocente, con una mirada directa. Éste entiende, asiente y camina hasta su dormitorio.

- Entonces... ¿Usted y Raúl?.

- Adam, respeta.

- Está bien, no se preocupe. - Un vaso de agua fresca es extendido y apoyado sobre la mesa. - Es complicado...

- ¿Complicado?. - Adam voltea a ver, con una mueca de intriga, a la ama de llaves que acababa de entrar a la cocina. - ¿Qué?. No me juzgues. Es sobre Raúl, él es como un hermano menor para mí.

𝗠ɪ sᴇɴ̃ᴏʀ || Luzuplay [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora