La noche había llegado en Seúl y Jung Kook apenas y había pegado un ojo. Dormía de a pocos y en lapsos cortos. No obstante, y contradictorio, se sentía increíblemente feliz, pues a su lado se encontraba el amor de vida, su doncel, quien dormido y entre sus brazos parecía más pacífico que nunca. Sin duda, el sueño al lado de su macho era el más reparador y agradable que Yoongi había tenido en meses.
Era notoria la calma y serenidad con la que Yoongi dormía mientras Jung Kook lo contemplaba fascinado y más que enamorado. Y es que, el color menta de su cabello había dejado a Jung Kook cautivado desde el momento en que había entrado por la puerta de aquella casa, pues su piel nívea ahora lucía más blanca y tersa.
Jung Kook sonrió feliz, a su vez, que besaba la coronilla de su cabeza para luego cerrar sus ojos de nuevo e intentar conciliar el sueño. Así, se abrazó al cuerpo de su delgado doncel, quien con ronroneos suaves pegó su rostro con más necesidad al pecho de Jung Kook.
Era una acción meramente instintiva, pues Yoongi siquiera estaba despierto, ni mucho menos consciente de que se estaba aferrando al cuerpo de su macho.
La noche transcurrió y la madrugada se hizo presente entre suspiros profundos y acalorados por parte de Jung Kook, quien con una agitación en su pecho se contenía a sí mismo para no hacer lo que su necesitado cuerpo le pedía. Y es que en medio de la noche, el inconsciente y dormido Yoongi le había dado la espalda y había pegado su trasero contra la entrepierna de Jung Kook, quien ahora entre suspiros entrecortados contenía incluso jadeos ahogados a causa de la excitación.
Cerraba sus ojos y reprimía sus propios gruñidos de vez en cuando, al sentir a Yoongi moverse inconsciente y provocadoramente...
—¡Ah, maldición! —exclamó el macho entre susurros bajos, al ver que su doncel se desprendía de la colcha a causa del calor que su propio macho le estaba transmitiendo.
Yoongi seguía inocentemente dormido, sin percatarse de lo que su cuerpo y sus movimientos le estaban ocasionando a Jung Kook, quien sin poder reprimirse más, siseó hambriento, a su vez, que apretaba la cintura de Yoongi con sus manos para así apegar un poco más el trasero de éste a su pene ya notoriamente erecto. De pronto, ante aquel acto instintivo, el dormido Yoongi reaccionó inconscientemente.
—¡Mmm! —ronroneó cuan gatito, al sentir aquel roce abultado tras él, a su vez, que sentía los labios de alguien apegarse a su cuello desde atrás, al mismo tiempo que sentía unos brazos grandes y fuertes rodeándolo igualmente desde atrás.
Yoongi sonrió algo adormilado aun. Entonces, sintió como la mano de aquel individuo se deslizaba por su parte baja hasta colarse entre sus pantalones. Se dejó hacer sin importarle nada, pues el tacto fuerte y ansioso de aquellas manos le parecía agradable y también conocida.
¿Conocida?
Yoongi no lo sabía, no sabía que detrás suyo estaba Jung Kook, por el contrario, se había hecho a la idea de que quizás era su hermano mayor quien lo estaba toqueteando a su antojo.
Aun así, se sentía demasiado bien y se sentía aún mejor conforme salía de su ensoñación. De repente, aquella mano que se había colado por su pantalón apretó su pene con suavidad, a su vez, que escuchaba los jadeos susurrantes del que se encontraba tras él.
Por instinto y también por malicia, Yoongi se refregó aún más contra el pene ya hinchado que crecía cada vez más detrás de él. Entonces, el aliento caliente de Kook y su voz excitada, golpearon su oído derecho, al igual que la mano libre de éste le agarraba de la barbilla para voltear un poco el rostro con deseos de besarlo. En ese momento, Yoongi supo que no era su hermano, si no, Jung Kook.
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FOREVER (KOOKGI) +18
FanficSiempre se ha sabido que los felinos son una raza intrépida, esbelta y ágil. Su fiereza no se compara con la de los lobos, serpientes, osos o cualquier otra raza que se haya mezclado con los humanos en el mundo. Los felinos, sin importar su sexualid...