Capítulo 70 - Guerra - Anónimo (4)

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Nota del autor: Tengo conflictos entre las versiones de la historia de pc y celular, esto me causo problemas e incluso creí que borre unos capítulos, pero al parecer todo está bien, o eso quiero creer.

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PV: S. Anónimo

"Agh..." - El dolor recorría todo mi cuerpo, mi vista estaba totalmente nublada, si no fuera por el sonido de los impactos en la distancia, sin duda podría pensar que estoy en un sueño.

Unos minutos después mis ojos se aclararon, en la distancia vi como el humo se elevaba desde la mayoría de las casas y edificios de la fortaleza, probablemente como consecuencia del continuo bombardeo de los magos, el cielo también estaba nublado por lo que no sería raro que una tormenta estallara en cualquier momento.

"Sigues vivo ¿eh?" - Una voz llego desde la distancia, tristemente no fue capaz de ver el origen desde mi posición. - "Sin duda eres un bastardo con suerte..."


La voz un poco más débil volvió a llegar a mí, incorporándome con toda la fuerza que conseguí reunir, me apoyo contra uno de los muros a mi alrededor y lentamente me levanto, entonces fui capaz de observar el origen de la voz.

Un soldado desconocido, lo sé por su armadura, al mismo tiempo que sé que su vida está llegando a su fin.

"No muestres una mirada tan penosa, desde el inicio todos sabíamos que esta era una misión suicida..." - El soldado intento consolarme, supongo que a pesar de todo lo que he pasado, aún no me acostumbro a la idea de ver morir a personas a mi alrededor.


"Si aún tienes fuerza para moverte... Deberías esconderte o huir... Incluso si vuelves a la batalla no podrás hacer nada contra esos monstruos." - En la distancia fui capaz de ver a un gigante de 5 metros moviéndose desde la puerta oeste, yo estaba sobre la muralla más al norte, pero aun así era capaz de ver claramente y sentir la presión que emanaba.

"Sigh... Sé que no debería pedirte esto... Pero... ¿Puedes ayudarme?" - El soldado llamo mi atención nuevamente pronunciando aquellas palabras que deseaba no haber escuchado.

Su cuerpo había sido mutilado, el soldado perdió todo desde su abdomen hacia abajo, uno de sus brazos tampoco era visible porque estaba aplastado por una enorme roca, y finalmente en su torso estaban clavados fragmentos largos de piedra.


Solo había una forma de ayudarlo, y eso lo entendíamos ambos, así que tomando una espada cercana que estaba en un estado apenas utilizable me acerque al soldado.

"Gracias... amigo, nos encontraremos pronto en el otro lado... Te guardaré un asiento a mi lado." - Una sonrisa se formó en sus labios, entonces usando toda mi fuerza clave el arma justo en su corazón, no voltee la mirada mientras la vida escapaba de su cuerpo, como compañeros fue lo último que pude hacer por él.

Volví la vista hacia la ciudad y desde lo alto de la muralla observe como la batalla progresaba, sin darme cuenta mi mente divago directamente a como inicio todo esto.

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Era el segundo hijo en una familia de cinco, mis padres y dos hermanos, en aquel entonces vivíamos en una pequeña aldea al oeste del territorio, para ser más precisos estábamos al norte del Gran bosque, pero lo suficientemente cerca para poder ir a cazar en el día y volver antes del anochecer.

La Reina De Los MercenariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora