Capitulo 21 - Cold Creek

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En la pequeña ciudad de Cold Creek una mujer caminaba con la cabeza baja sumida en sus pensamientos, su ritmo era pausado pero su objetivo era claro, esta mujer es Samantha quien se acercaba paso a paso al Templo principal de la ciudad, el cual adoraba al dios Hermes.

Pronto se topó con la puerta principal del Templo que a diferencia de los otros que conoció se encontraba cerrada, como si rechazara la entrada a los extraños.

Toc... Toc... Toc...


Toco la puerta esperando que algún miembro de la iglesia abriera, pero incluso después de esperar durante varios minutos no hubo reacción, por tanto, juntando algo de fuerza volvió a golpear la puerta.

Bang... Bang... Bang...

Los golpes resonantes sobre la puerta llamaron la atención de los transeúntes que recorrían el lugar, pronto una pequeña multitud se reunió alrededor de Samantha como si esperaran ver un buen espectáculo, aunque no todos eran iguales ya que un hombre mayor dio un paso adelante para advertirle a Samantha.


"Niña, deberías detenerte... sí molestas al sacerdote del Templo puedes provocar el castigo de los dioses." - Su mirada honesta trajo confusión a Samantha e incluso a los viajeros en los alrededores, ya que ninguno de ellos oyó jamás de tal situación en la que un dios te castigara por molestar a un sacerdote.

Samantha se detuvo por un momento antes de inclinarse hacia el hombre mayor y volvió a golpear la puerta del Templo.

Bang... Bang... Bang...


El hombre mayor solo negó con la cabeza antes de dar un paso atrás a la multitud, por otro lado, desde el Templo se escucharon algunos ruidos, Samantha detuvo sus golpes y espero pacientemente que apareciera el Sacerdote del Templo,

"¡¡¿Quién se atreve a causar problemas en mi Templo?!!" - La puerta se abrió cuando apareció un hombre bajito, su rostro mostraba enojo, pero el impacto se perdió al ver su atuendo desordenado, esto dejo en claro que el tipo se vistió apresuradamente antes de salir.

"Me disculpo, yo he sido quien causo el alboroto, pero no respondía a los llamados y llevo esperando más de media hora aquí." - Samantha enfrento al hombrecito enfurecido con calma después de todo no sintió que sus acciones estuvieran del todo mal.


"Tu... ¡acaso quieres desafiar a dios! ¡¡el templo no está dando servicio así que lárgate!!" - El hombre se sorprendió un momento al ver a Samantha, pero eso cambio cuando mostro asco no disimulado antes de exigirle a Samantha que se fuera.

"Me parece que no he insultado a ningún dios, por otro lado, hasta donde tengo entendido los Templos no pueden cerrar sus puertas... a menos que haya un ataque a la ciudad." - Declaro enfrentando al hombrecito que no pudo evitar dar un paso atrás por el aura que proyectaba Samantha. - "¿Acaso me equivoco Sacerdote?"

El principal defecto de Samantha era sin duda su falta de conocimiento, al no conocer costumbres o incluso tener el sentido común de este mundo podría meterse en muchos problemas, pero siempre hubo alguien a su lado que la ayudo para evitarlos.


Curiosamente todas sus compañeras le dieron la misma lección, "Si alguna vez tienes problemas, puedes refugiarte en el Templo." fue por este consejo que Samantha aprendió sobre las reglas de los mismos, y cuando se enfrentó a este Sacerdote pudo argumentar con total confianza.

La Reina De Los MercenariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora