Capitulo 24 - Refuerzos

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El mundo cambio ante los ojos de Samantha, dicho de otra forma, era como si hubieran quitado la venda de sus ojos permitiéndole ver por primera vez el mundo real, esto trajo una enorme cantidad de información al cerebro de Samantha provocando que se tambaleara antes de cerrar sus ojos tomando un respiro.

Pero no solo por su vision, sino que pudo sentir en todo su cuerpo como una extraña energía estaba presente, y al hacerse consciente de la misma provoco que su cuerpo la absorbiera de forma inconsciente de la misma manera que respirar.

Esta condición duro un par de minutos hasta que su cuerpo se adaptó, por otro lado, los ojos de Samantha regresaron a la normalidad después de casi media hora, cuando de forma consciente logro activar y desactivar el extraño estado.


"Maestra, ¿se encuentra bien?" - Pregunto con preocupación Bella, quien miraba continuamente los alrededores alerta del ataque de algún enemigo.

"Si, no te preocupes... esto fue causado por un descuido, no estoy herida." - Las palabras de Samantha tranquilizaron a Bella, pero solo la persona misma sabe cuan caótico era su corazón por sus nuevas habilidades.

Volviendo a su estado óptimo Samantha y Bella volvieron a caminar en dirección a la academia donde se encontraba Luvia quien por la descripción de la misión debe haberse recuperado totalmente, aunque una duda creció dentro de Samantha y esa era el ¿por qué tardo tanto tiempo en completarse en lugar de hacerlo en el momento en que la alimento con la rosa?


Aun así, resolverán todas sus dudas con una simple visita a la mujer, por ende, Samantha acelero el paso sintiendo que antes de que la situación cambiara era mejor si llegaba al lugar.

De esta forma en solo unos minutos vislumbraron la academia en la distancia, aunque a diferencia de ocasiones anteriores esta vez el edificio sin vida no estaba vacío, puesto que en la entrada principal cerca de 10 hombres se reunieron atrás de una mujer y un hombre.

Al acercarse pudieron identificar al hombre como Rick... el "amigo" de Luvia, por otro lado la mujer era desconocida para ambas, esta era una mujer joven cerca de 25 años de edad con un cabello castaño claro recogido en una trenza que descansaba sobre su hombro, aunque sus rasgos eran delicados su ceño fruncido mostraba que no era feliz al estar en su posición actual, su atuendo era sencillo pero elegante mostrando que era mujer que prefería la practicidad a ser ostentosa, la carpeta en sus manos también indicaba que no llego por placer sino por algún negocio.


"Dime Rick, ¿estás seguro que la dueña ha sucumbido?" - - cuestiono la mujer viendo que el lugar no tenía signos de vida.

"Si, Señorita Dalton... la dueña falleció por su enfermedad por lo tanto el lugar quedara vacante." - ante las palabras del hombre, la mujer frunció el ceño aún más y lo miro con desagrado no disimulado en su rostro.

"Hasta donde sé, esta mujer era cercana a ti... pero no pareces afectado por su muerte, ¿o me equivoco?" - La fría mirada de la mujer envió escalofríos por la columna del hombre quien evito su mirada antes de mostrar una sonrisa amarga.


"Tienes razón señorita, pero no ha sido así por mi... estuve a su lado durante 5 años y ella no me dio una oportunidad... es difícil sentir totalmente empatía por una mujer tan fría." - Cualquiera que viera al hombre seria engañado por su deprimida apariencia, pero lo cierto es que la mirada venenosa en su rostro contaba otra historia.

"Basta de charla... abre las puertas para que mis hombres se hagan cargo de las instalaciones." - la mujer ignoro las excusas del hombre antes de ordenarle que abriera las instalaciones para su gente, después de todo las puertas principales fueron cerradas con una cadena mientas que solo una pequeña puerta a un costado estaba abierta.

La Reina De Los MercenariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora