•●Prólogo●•

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Aclaraciones:

1. Este es un oneshot que pronto se convertirá en el prólogo de una nueva historia.

2. La historia empezará a desarrollarse y ser actualizada cuando "Mea Culpa" llegue a su fin.

3. Esta historia tendrá una trama de suspenso, muerte, drama, terror psicológico y gore.

4. El ship predominante es el Rivamika aunque dudo que haya romance como tal.

5. Si está clase de lectura no te gusta, deja de leer. No admito comentarios negativos o quejas.

Dicho esto, adelante con la lectura.

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Mi vida era aburrida, con un aburrido trabajo el cual pensaba dejar, con una familia desinteresada y siempre ausente. Todos los días eran monótonos.

Asistía a fiestas, conocía un par de personas, no pasaba nada, no me aparecía tener ningún tipo de relación con nadie. Casi no tenía amigos y quizás yo no le caía bien a nadie excepto cuando consumía alcohol.

Me despertaba siempre a la misma hora, esperando que mágicamente mi vida cambiara pero seguía siendo igual, seguía estando vacía.

A mis 24 años la vida se me escapaba de las manos, como un torrente de agua que no tenía final.

Mi jefe me odiaba, mis compañeros igual. Lo presentía, no tenían que decírmelo.

Era un trabajo mediocre en una oficina, con horario de 8 de la mañana a 5 de la tarde, una hora de almuerzo y dos recesos de 10 minutos.

Pasé 5 años en ese maldito lugar, ahorré todo lo que pude, la paga no era mala. Cuando al fin tuve el valor y cuando ya me había asqueado de estar ahí decidí renunciar.

-Jefe quiero decirle algo que quise decirle desde hace tiempo... Usted es un maldito desgraciado explotador. Renuncio y espero no volver a ver su espantosa cara nunca más.

El sujetó atónito no me dejaba de observar. Todos mis compañeros aplaudían, eran unos cobardes e hipócritas, nunca saldrán de ahí.

Caminé a casa, mi madre y mi tío estaban en su propio mundo. No tenía hermanos ni mascota. Subí a mi habitación y comencé a hacer una maleta. Tenía que salir de ahí.

-Me voy, ya no soporto estar aquí un día más-dije bajando con mi maleta.

A ellos no les convenía que yo me fuera. Yo pagaba la renta y la comida ¿que harían sin la gallina de los huevos de oro?

-Dónde vas hijo.-dijo mi madre viéndome de reojo.

-No lo sé pero si lo supiera igual no se los diría.

-Levi, no seas asi con tu madre.-dijo mi tío.

-No te metas en lo que no te importa, ¿quieres? Ya no te soporto.

Les di la espalda y salí de la casa. Mi corazón se sentía mejor, todos esos años que aguante a tanta gente, que aguante muchas cosas, se habían terminado.

Hoy estaba por mi cuenta, iba a ser difícil pero iba a vivir como yo quería.

Tuve que ir a un motel de mala muerte, no podía darme el lujo de desperdiciar ni un solo centavo, tendría que encontrar una casa para poder vivir y otro trabajo.

Compré el periódico y encontré una casa no muy lejos de ahí, la cual estaban casi regalando. Agarré mi celular y llamé. Quedé en ver la casa al día siguiente.

Encendí la televisión que estaba ahí, los colores estaban lavados y había una distorsión en la imagen. Ese lugar era deplorable.

《Han estado desapareciendo jovencitas entre los 17 y 21 años》

Que noticia más triste.

《Si usted sabe algo, por favor comuníquese al siguiente número telefónico xxxxxxxxxx》

El control remoto no funciona, no puedo cambiar el canal.

《Ella es Mikasa, 18 años, fue vista por última vez hace 2 semanas. Vestía un jeans y una camiseta blanca. Si la ha visto comuníquese a este número telefónico xxxxxxxx》

-Pobrecita -dije-Espero la encuentren pronto.

Apagué el televisor, me quité los zapatos y el pantalón. Me acosté en la cama y me dormí.

[...]

A la mañana siguiente el sol me daba en los ojos, era hora de irme. Tenía planeado desayunar en algún restaurante económico y luego caminar hacia la dirección del anuncio de la casa.

Entré a un restaurante y pedí unos huevos, tocino, pancakes y jugo de naranja. Un desayuno de campeones. Luego salí hacia donde me mostrarían la casa.

Era un vecindario tranquilo, las casas eran muy parecidas, a excepción del color. La casa en alquiler era la número 104. Al fin di con ella y toqué el timbre.

-¿Diga?-una mujer abrió la puerta.

-Soy el que llamó por lo del anuncio de la casa.

-Oh, si. Pase adelante.

-Mucho gusto soy Levi Ackerman.

-Mucho gusto soy la señorita Finger. Venga por acá.

Ella era una agente de bienes raíces, vestida elegante y con un peinado sofisticado. La seguí y ella me mostró la casa.

Era espaciosa y acogedora. Me gustó.

-Quiero alquilarla-dije sin dudarlo.

-Buena elección, traeré los papeles.

Ella se marchó y me dejó en lo que sería la cocina, la ventana daba a la casa de los vecinos. Me quedé mirando las flores que habían afuera cuando un auto negro se estacionó frente a la casa de al lado.

Mi mirada estaba fija en la puerta del auto, un hombre con lentes y barba espesa salió primero, luego una mujer rubia, alta y pelo corto y por último una jovencita de pelo negro, muy delgada.

-¿Mika..?

-Señor Ackerman, aquí están los papeles ¿va a leer el contrato?

-Si, si-salí de mi trance pensando que mi mente pudo imaginar que la chica era la misma que había visto la noche anterior en la televisión.

Casi no leí el contrato pero lo firmé. Tenía que averiguar si la chica que vi era Mikasa.

La señorita Finger me entregó una copia del contrato y las llaves de la casa luego de recibir el depósito y la primera cuota de la renta.

-Cuídese señor Ackerman.

-Usted también.

Me quedé solo en aquella casa, intrigado por aquello, quería descubrir si la chica de al lado era Mikasa o no.

Me preparé un te negro, mi favorito. Tenía que relajarme. Me senté frente a la televisión y comencé a cambiar los canales.

No sentí cuando me quedé dormido en el sofá pero un ruido me despertó, eran unos gritos. ¿Había sido un sueño o en verdad algo estaba pasando en aquella casa?

Me levanté y sigilosamente me dirigí a mi habitación, desde la ventana se podía ver la casa de los vecinos. Unas sombras se podían ver. Era la sombra de aquel hombre barbudo, parecía que golpeaba a alguien.

Yo seguía observando. Hasta que él abrió la ventana, me oculté detrás de la cortina pero seguía observando. Las manos de aquel hombre estaban rojas... ¿era sangre?

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Nos leemos lu

●La chica de al lado●[+18] (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora