15: Juntos

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Buen día, les traigo un nuevo capítulo. Este es el penúltimo, de viene el gran final. Espero sea de su agrado.

🥀🥀🥀

Tenían que esperar por lo menos hasta la tarde o al caer la noche para llevar a cabo el plan contra Zeke.

Levi y Mikasa se dirigieron a aquella casa donde el pelinegro pasó tantas horas en angustia por lo que pasaba al lado.

Mikasa subió al auto y al llegar a la residencial tuvo que agacharse, no podía darse el lujo de que la vieran. Levi se percató que no había ningún auto fuera de la casa vecina así que ambos pudieron entrar sin problema.

—Bien, Mikasa. ¿Qué haremos?

—Quiero matarlo yo misma.

—Lo sé y lo entiendo.—Levi abrazó a Mikasa.

—Levi, gracias por salvarme y salvar a Falco. Yo, no se como agradecerte.

—No es nada. Lo hice con mucho gusto.

—Levi, perdona por ser tan directa pero, ¿sientes algo por mi?

—Si, Mikasa la verdad tu me gustas. Me gustas desde la primera vez que te vi. Lo único que quería hacer era salvarte.

—Me has demostrado que eres un buen hombre. Me siento atraída por ti pero…

—No te preocupes, yo te esperaré. 

—Gracias.

—¿Quieres un poco de té mientras esperamos? 

—Estaría bien.

Levi se dispuso a hacer el té mientras Mikasa observaba la casa y miraba por la ventana.

Cuando el té estuvo listo ambos se sentaron y entre suspiros y miradas tomaron sorbos de té hasta que ya casi era hora de entrar en acción.

—Ya regreso.

Luego de un rato Levi apareció con una pistola y una navaja. 

—Esto es todo lo que tengo.

Él había conseguido una pistola pero temía usarla. Este era el momento.

—Yo llevaré la pistola y tu la navaja. Juro que te protegeré. 

Levi tomó el teléfono y llamó al número de los padres de Mikasa.

—Pensé que no llamarías de nuevo… Levi.

—Eres un miserable. Espero no les hayas hecho nada. Dime que quieres.

—Quiero a mi muñequita, Mikasa.

La pelinegra le quitó el teléfono a Levi.

—Eres un maldito Zeke.

—Uy la gatita sacó las garras. Será mejor que vengas a mi si quieres que tus padres vivan y que sea rápido… sabes que no tengo paciencia.

—No les hagas nada, me entregaré.

—¡Eso, eso! Te espero mi reina.

Zeke colgó la llamada.

Mikasa comenzó a llorar.

—Mikasa no llores, salvaremos a tus padres y me aseguraré que ustedes sean felices.

—Vamos ya.—dijo ella limpiándose las lágrimas.

Iban de camino a casa de Mikasa, estacionaria el auto cerca de ahí y se quedaron un momento dentro.

●La chica de al lado●[+18] (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora