●La chica de al lado●[+18] (Completa)

3: Pistas.

Buenas noches, les traigo el siguiente capítulo de esta historia. Espero sea de su agrado.

🥀🥀🥀

Era la primera noche de Levi en su nueva casa. El vecindario estaba tranquilo, miró por la ventana pero no vio nada fuera de lo normal. Había una pareja paseando a un perro. El perro se detuvo en la casa de al lado a olfatear y luego ladró y ladró.

Al fin la pareja logró que el perro se tranquilizaba y se alejaron de ahí.

Levi se quedó mirando la casa de al lado por un momento más, las luces estaban encendidas y veía que pasaban personas por las ventanas.

-Lo que vi, fue solo mi imaginación. Mi cerebro me está jugando bromas.

Quizá cerrar las cortinas para ir a dormir cuando una joven de pelo negro salió de la puerta que daba al jardín y comenzó a regar las rosas.

En ese momento Levi quería tener un par de binoculares o una mejor visión. ¿Era la chica perdida?

En ese momento ella se sintió observada, alzó la mirada e hizo contacto con Levi. El se sorprendió y se alejó de la ventana. La chica entró nuevamente a la casa.

Al poco rato se podían oír unos lamentos, ¿le estarían haciendo algo a esa chica?. Levi decidió ignorarlo.

No había comido nada así que decidió salir a comprar algo. Le pareció haber visto un restaurante cerca de ahí así que salió de casa y se subió a su auto.

Puso la radio y casualmente de nuevo estaban pasando las noticias.

《Otra joven ha desaparecido la noche de ayer》

Levi se apretó el puente de la nariz cerrando los ojos. Al abrirlos vio una joven descalza corriendo hacia su auto. Él trató de frenar pero no pudo hacerlo a tiempo. Salió del auto pero no había nadie, no podía entenderlo.

Se agarró la cabeza y se hizo el cabello hacia atrás. No dejó de parpadear y subió nuevamente al auto.

Luego de conducir por varios minutos llegó a una gasolinera y decidió entrar al mini supermercado que estaba ahí.

Caminó por los pasillos y se detuvo frente a las cámaras refrigerantes, pensó en comprar una cerveza, pero al final se decidió por una soda. Pasó por otro pasillo y no le quedó más que comprar una sopa instantánea.

Pagó todo y subió a su auto. De camino a casa todo estuvo tranquilo. Dejó el auto frente a su casa y abrió la puerta.

Ya dentro de su casa, con la bolsa de lo comprado en la mano se dirigió a la cocina. Puso agua a calentar y mientras tanto abrió la lata de soda y le dio un sorbo, aún estaba fría.

El agua ya estaba hirviendo, Levi destapó la sopa instantánea y vertió en ella el agua. Tenía que esperar 3 minutos para poder comérsela así que en ese tiempo fue al baño.

Al regresar a la cocina agarró la sopa y la soda y se fue a sentar al sofá. Comenzó a comer y luego se fue a su habitación desde la cual se podía ver la casa de al lado.

Las cortinas estaban abiertas pero él ya estaba cansado y solo quería dormir. Cerró las cortinas y en ese momento de silencio se escuchó a una mujer gritar.

-Déjenme, sueltenme.

-Cállate si no quieres que te corte la lengua.

Levi se quedó helado. ¿Qué estaba pasando en la casa de al lado? El no podía dormir después de haber escuchado aquello.

Cerró los ojos y al fin se quedó dormido. Se encontraba parado en un jardín con muchas rosas de las cuales brotaba sangre. Caminó hacía una luz, la luz venía de una ventana. Se asomó y de repente una mano sangrienta se posó en el vidrio. La mano se iba resbalando hasta desaparecer. El se quiso alejar de la ventana y tropezó con algo, miró al suelo y vio algunos cadáveres de mujeres en el piso.

Levi se despertó del susto. Ese sueño o más bien pesadilla se sentía tan real.

-¿Por qué tengo estos sueños? -se dijo a si mismo.-Ya Levi duérmete. Mañana todo estará bien.

Se acostó nuevamente y se dio la vuelta. Se quedó dormido en un momento.

[...]

Hay personas poderosas, personas con dinero que pagarían lo que fuera por favores sexuales, por órganos para trasplante, por cosas prohibidas.

Por este tipo de personas que pagan buenas cantidades de dinero los criminales que manejan la trata de personas y las ventas en el mercado negro existen.

Zeke era uno de esos criminales, el y su compañera Yelena trabajaban juntos. Llevaban poco tiempo viviendo en la ciudad, desde que todas esas jovencitas empezaron a desaparecer.

Usaban su casa como fachada y fingían que eran una pareja de esposos. Nadie sospechaba de ellos.

-Zeke, traje otra niña ¿que quieres que haga con ella?-dijo Yelena.

-Encadenala en el sótano junto a las demás. En unos días vendrán por ella.

-Está bien.

Yelena bajó al sótano con la joven y la tiró al suelo.

-Miren a su nueva amiga, pero no se encariñen mucho porque se irá pronto.

Habían 3 jovencitas más ahí, encadenadas y con una mordaza.

-No las maltrates. -dijo Mikasa mientras les daba de comer.

-Cállate yo las trató como yo quiera. Tienes suerte que Zeke quiere quedarse contigo, sino ya Estarías muerta.

-Puedes matarme cuando quieras.

Yelena saco una navaja y se la puso a Mikasa en el cuello.

-No me tientes.-Le quitó la navaja del cuello y la guardó.

Mikasa se quedó con las jovencitas en el sótano. Le dolía que las lastimaran pero ella no era fuerte ni tenía alguien más que le ayudara a salvarlas. Tenía que esperar a que no la mataran o que la vendieran.

🥀🥀🥀

Continuará...

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