6: Decisiones.

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Hola, buen día, les traigo un capítulo más de esta historia. Espero sea de su agrado.

🥀🥀🥀

El día que secuestraron a Mikasa también se llevaron a Falco. Tenía un destino quizás peor, venderían sus órganos.

Personas con mucho dinero que están enfermos pagan exorbitantes cantidades de dinero por que les practiquen un trasplante, lo malo es que la lista de espera por un órgano es larga y muchas veces mueren antes de encontrar donador.

El jefe de Zeke se movía en muchos ambientes y uno de ellos era la venta clandestina de órganos. Buscaban para esto niños menores de 15 años sanos para venderlos y que otra persona hiciera el trabajo sucio.

Los niños eran llevados a una casa abandonada a las afueras de la ciudad. Falco no despertó hasta estar atado junto a otros niños en una habitación lúgubre, parecía un sótano, estaba oscuro y se sentía un olor a humedad.

Por las noches se podía escuchar una especie de río, el sonido del agua corriendo era hasta cierto punto tranquilizante.

Primero se llevaron a un niño, jamás se volvió a saber de él. Falco tenía miedo de ser el siguiente, ya había sobrevivido 3 días y quería escapar de ese lugar y volver a casa.

Una niña empezó a hablar con él y también con otra niña.

—Niño, ¿Cómo te llamas?

—Falco y ¿tú?

—Ymir. Ella es Gabi.

—Mucho gusto. ¿Hace tiempo que están aquí?

—Un día más que tú. Fingimos tener tos para que no nos lleven.—dijo Gabi.

—¿Llevar? ¿Dónde?

—¿No lo sabes?—susurró Ymir —nos venden.

—¡¿Queeeee?!—gritó Falco.

—¡Cállate!, van a venir por nosotros—contestó Gabi.

—Estamos haciendo un plan para escapar. ¿Quieres venir?

—No lo sé, ¿y si nos agarran? Nos matarán. 

—De todos modos lo harán. Tenemos que buscar nuestra libertad.—dijo Ymir.

—¿Cuál es el plan?

—Esperar a la media noche y escabullirnos para salir de aquí.

—Ok, también quiero escapar. 

[...]

La noche cayó y los niños fueron encerrados. El plan se llevaría a cabo en pocas horas.

Falco no podía dormir, la ansiedad de lo que pudiera pasar no lo dejaba tranquilo. ¿Y si los veían? 

Finalmente llegó la media noche. Ymir y Gabi estaban despiertas, Falco temblaba, estaba asustado.

—Ok, nos vamos ya. No hagan ruido.—dijo Ymir adelantándose.

Gabi se quitó las cadenas, había estado practicando. Movió hábilmente sus muñecas y las pasó por las cadenas; luego le ayudó a Ymir y por último a Falco.

Iban a salir por una pequeña ventana, subieron ayudándose de cosas que estaban tiradas en el suelo. Ymir salió primero y luego salió Gabi.

Cuando fue el turno de Falco, este quedó atrapado en la ventana y cayeron las cosas que usaron como apoyo. 

—¿Quién anda ahí?—una voz se escuchó acercándose.

—¡Huyan!—fue lo único que Falco pudo decir. Gabi y Ymir corrían tan rápido como pudieron.

Ambas no podían mirar atrás, eran libres. ¿Pero dónde irían ahora?

Llegaron hasta el río que siempre escuchaban. Tenían que atravesarlo. Ymir no sabía nadar. Gabi tomó la mano de Ymir y la jaló.

—Ya vienen por nosotras. Tenemos que atravesar el río.

—Vete tú Gabi yo no puedo nadar, solo te atrasaré.

—Ymir, no te dejaré. 

Los pasos se acercaban cada vez más. Gabi tenía que tomar una decisión. Dejar a su amiga o vivir.

—Vete Gabi.

La castaña se tiró al río y comenzó a nadar hacia el otro lado. Por un instante volvió la mirada y vio cómo agarraban a Ymir del cabello. Quizás no la volvería a ver.

—¡Maldita sea!

Gabi llegó al otro lado con lágrimas en sus ojos, empezó a deambular por el lugar hasta que encontró una carretera.

Un auto que pasaba se detuvo al verla.

—¿Qué hace una niña a esta hora aquí?—el hombre se estacionó y fue a hablarle.

—Niña ¿qué haces aquí a estas horas?

—¡Me están siguiendo ayúdeme por favor!—dijo Gabi abrazando al hombre.

—Estás mojada, te vas a enfermar. Ven conmigo.

[...]

Levi no podía dormir. Cada vez que cerraba los ojos veía sangre, veía a Mikasa muerta. Decidió salir a dar una vuelta pero era media noche, solo un loco salía a dar una vuelta en su auto a media noche.

Decidió pasar por una hamburguesa, había un lugar cerca donde atendían las 24 horas. Un bocadillo de medianoche. ¿Por qué no?

Luego de comprar su comida volvió a casa, condujo por unos minutos por la carretera donde había visto los anuncios de las chicas desaparecidas y vio a una niña caminando.

Se frotó los ojos, creyó haber visto un fantasma pero a medida que se acercaba se dio cuenta que era una persona real, así que bajó del auto y le habló.

Luego de hablar con ella la llevó a casa.

—¿Cómo te llamas, pequeña?

—Gabi.

—Mucho gusto Gabi, soy Levi.

—Mucho gusto Gabi, soy Levi

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🥀🥀🥀

Continuará...

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●La chica de al lado●[+18] (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora