- ¿A comisaría? -preguntó Midoriya, llamando la atención de sus amigos con los que se encontraba tomando una merienda de una taza de té con pastas. Sabiendo cómo eran sus hijos, tardarían un buen rato en hacer lo que tuvieran que hacer, y nadie les podría parar los pies, ni si quiera ellos mismos.
- Sí. -respondió Oyuki. - Es urgente.
- ¿Ha pasado algo? -la voz de Bakugou se escuchó incluso a través del móvil.
Aunque la bicolor estuviera implicada en todo ese asunto, no es que hubiera podido escuchar la conversación a la perfección. Con lo poco que pudo oír, intentó ayudar a sus amigos todo lo que pudo, y triunfó en el intento. Así que, por sus amigos, traería a sus padres como si tuviera que hacerlo a rastras.
- Más bien va a pasar algo si no venís pronto.
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Narradora Oyuki
Colgué el móvil tras acabar de hablar. No pasaba nada tan grave como para haberles dicho eso, pero para que se dieran prisa lo mejor era meterles un poco de miedo para apresurar las cosas. Siempre funcionó con mis padres, así que no habrá problema. Mientras tanto, los demás tendrán que esperar. Hablando de ellos, ¿qué estarán haciendo?
Nadie había salido de aquella habitación desde que entraron, ni si quiera el agente. Digo esto porque todos son muy difíciles de aguantar, incluyéndome a mí aunque no esté ahí dentro.
- ¡Ja! ¡A tu casa! -exclamó Natsuki-San a todo pulmón. - ¡Nunca mejor dicho!
- A veces sacar seis tantas veces no es bueno, Hikaru-Kun. -dijo Katashi-Kun.
No me digas que están jugando a lo que creo que están jugando...
- ¡Odio este juego! -gritó Hikaru-Kun. - ¡¿Y por qué demonios tengo tan mala suerte?!
- Oh venga, el parchís es de los mejores juegos. -dijo Katashi-Kun.
Un momento...
- ¡¿Estáis jugando al parchís sin mí?! -dije entrando de un portazo a la habitación. La situación era la siguiente:
Hikaru-Kun, Katashi-Kun, y Natsuki-San se encontraban en un círculo, sentados cada uno en su respectiva silla, y jugando al parchís en sus móviles. Por otra parte, el policía estaba durmiendo con las piernas sobre la mesa y desplomado en su silla. En su cara tenía un bigote mal dibujado, pinta labios, y un texto que decía "Soy tonto" en su frente, pintado con rotulador negro permanente.
- ¿Es esa la moda actual? -pregunté entrando a la habitación y cerrando la puerta tras hacerlo.
- Sip. -afirmaron los tres.
- Oh, ya veo. -dije.
Cogí una silla de sobra que se encontraba en la esquina de la sala, y me uní al círculo previamente creado por mis amigos. Miré fijamente las pantallas de sus móviles, con intención de sacar el mío también.
- ¿Puedo jugar? -pregunté sonriente.
- Mejor más tarde, Oyuki. -respondió una voz que acababa de entrar por la puerta.
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Travesía en el tiempo
FanfictionTodo pasó demasiado rápido. Tres inocentes niños, una máquina del tiempo y un, por así decirlo, " reencuentro". (Quiero que sepáis que así es como me imagino yo a los personajes de la historia, ya que algunos me los he inventado =D). ¿Cómo estos t...