Prólogo

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"Nada extraordinario llega a la vida de los mortales separado de la desgracia".

Sófocles, "Antígona" (443 a. C.).


Cada mañana a las 5 AM, Midoriya Izuku se levantaba para ir a la preparatoria, se vestía, desayunaba con su madre y su hermana, después se iba

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Cada mañana a las 5 AM, Midoriya Izuku se levantaba para ir a la preparatoria, se vestía, desayunaba con su madre y su hermana, después se iba.

Cotidiana y rutinariamente, pero con dedicación.

Por su educación y naturaleza Omega, era de temperamento suave y tímido, pero era firme en sus deseos, no flaqueaba ante las adversidades, pues su vida hasta el momento había sido dura y demandante. Su padre, un alfa desvergonzado les había abandonado y su madre apenas podía cuidarles a él y a su hermana con el sueldo que ganaba, pues los Omegas ganaban menos sólo por ser eso, Omegas. Su hermana era una frágil Beta de 11 años que tenía una  grave enfermedad  y era muy duro cuidarle, pues habían muchas ocasiones en que no podía si quiera moverse de la cama.
Ante este panorama, y a pesar de su naturaleza "débil y frágil", Izuku tuvo que madurar muy rápido, conseguir un empleo a los 14 años y limitar su tiempo al estudio y al cuidado de su hogar.
Ahora, a sus 16 años y en segundo año de preparatoria, quería dar todo para cuidar a su familia, ser un gran profesionista y salir adelante con una vida sencilla, pero sin carencias

Sus sueños eran sencillos, pero fuertes.

Cada mañana a las 5 AM, Katsuki se levantaba para ir a la preparatoria, se ejercitaba, se bañaba, se vestía y desayunaba en soledad

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Cada mañana a las 5 AM, Katsuki se levantaba para ir a la preparatoria, se ejercitaba, se bañaba, se vestía y desayunaba en soledad.

Cotidiana y rutinariamente, pero con dedicación.

Era un Alfa de una familia con buen estatus social, sus padres, dos distinguidos Alfas, tenían un bufete de abogados importantísimo en Japón y por ello trabajaban mucho. Se educó con la mentalidad de hacer justicia y proteger a los débiles, pues le enseñaron a desear la justicia por sobre todas las cosas. Tenía un temperamento fuerte y decidido, sobra decir que era alguien intimidante, pero en el fondo era un chico solitario.
Ahora a sus 16 años, y en segundo año de preparatoria, quería dar lo mejor de sí mismo para crear una sociedad mejor y proteger a los débiles, vivir con pasión y virtud.

Sus sueños eran sencillos, pero fuertes.

Y este es el punto de partida.

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Hola, ¿Cómo están? Es mi primera vez escribiendo, espero hacer un buen trabajo.

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Atte: El Dragón Blanco🤍

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