Capítulo 10: El primer colapso

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Queridos lectores, el contenido de este capítulo puede resultar sensible, explícito o desagradable para algunas personas. Así que el leerlo queda bajo su criterio.

"En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días."

Sealtiel Alatriste

En la habitación apenas iluminada, la sangre manchaba el suelo y las paredes

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En la habitación apenas iluminada, la sangre manchaba el suelo y las paredes. La tarea había sido llevada acabo con maestría por Toga. Las cajas estaban listas y Dabi verificaba que el vídeo hubiese quedado perfecto.

Todo había quedado completamente filmado, las súplicas, el llanto y los gritos de inigualable dolor de Midoriya Inko. El momento de su muerte, sin embargo, los dejó sorprendidos. La mujer sonrió y dijo:

-Voy a ir contigo, mi niña. Izuku, perdóname, sé fuerte y cumple la promesa que me hiciste.

Era hora de seguir con el plan, se cambiaron de ropa y cargaron el auto. Eran aproximadamente las 7 AM. Tal y como pensaron, Izuku había salido a buscar a su madre.

Entraron a la casa y comenzaron a disponer las cajas que contenían las partes del cuerpo de Inko por el lugar. Su cabeza en la habitación, un brazo en la cocina, otro en la mesa del comedor, una pierna en el baño, otra en el pasillo y el torso en la sala.

Dabi se encargó de poner cámaras en los ángulos apropiados para captar la reacción del muchacho.

Estando todo listo, dejaron una nota frente a la puerta:

"Esto es sólo una bienvenida al infierno que te espera"

Sin más, dejaron la casa, y mientras caminaban parecían dos amigos divertidos y normales. Como si no acabaran de cometer un atroz crimen.

-Muy bien, le enviaré un mensaje al mocoso desde el teléfono de la vieja.

-Yo llamaré a Shigaraki, quería recoger su mercancía él mismo- Dabi fumaba mientras marcaba el número.

-Yo llamaré a Shigaraki, quería recoger su mercancía él mismo- Dabi fumaba mientras marcaba el número

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