Capítulo Veintiséis

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── El concurso pospuesto y
un agradable recuerdo. ೋ

─Sí, nos vemos allá Tanaka-san

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─Sí, nos vemos allá Tanaka-san... ¿Ese de al fondo es Tsukki? ¡Pásamelo, quiero molestarlo un rato!

─Está diciendo algo de que si dices algo, él dirá que Akaashi...-

Entonces le colgué el teléfono.

Tsukishima no aguantaba ni una simple broma. Los días habían pasado y cuando las nacionales estaban cerca, Tanaka me llamaba dos veces al día esperando que me encuentre acompañada de alguien del equipo para así poder presumir como él había estado mejorando considerablemente con sus jugadas. No le dije que tenía otro amigo además de los del club de volleyball, porque me gustaba escucharlo decir estupideces o reír con él. Por supuesto, si podíamos elegir otra víctima para nuestras burlas era mucho mejor. Cada vez que mis ojos se dirigían al enorme edificio rubio que usaba lentes, él parecía saber cual era mi único punto débil y me amenazaba con ello. 

Al menos no era como Daichi. Ese chico sonreía con un aparente aire inocente, y cuando tenía la oportunidad me invadía con indirectas obvias sobre lo que me pasaba con el armador de mi escuela. Me preguntaba como sabían tanto, supe rápidamente que mi rubia amiga había estado soltando más información de la necesaria. Pude reclamarle, si no supiera que lo hace inconsciente. Estaba más que segura de que le pedía consejos a Kiyoko sobre como ayudarme, y los chicos escuchaban todo. La llamada anterior a esta no fue mejor, Noya-san y Shoyo se habían unido a Tanaka mientras hablábamos y quise bromear un poco con la naranja con piernas.

─... Lo digo en serio, los chicos obstinados son más atractivos ─ dije con confianza, viéndolo a través de la cámara del celular mientras esperaba que Franz terminara su clase ─. Deberías salir conmigo alguna vez, dicen que salir con chicas más grande te da cierta experiencia.

Decía eso como si fuese una especie de Kobayashi femenina, sentí escalofríos por un momento.

Él se sonrojó unos segundos, pero luego lo pensó ─: Me encantaría, pero no creo que a Akaashi-san le agrade mucho la idea, creo que él...-

Y les colgué otra vez.

Ese día tomé la decisión de que si volvía a llamarme, lo bloquearía.

La notificación de la bandeja de correos me sacó de mi desgaste mental, haciéndome fruncir el ceño curiosa. Era de los patrocinadores del concurso de fotografía. Mordí mi labio con cierta duda, para luego decidirme a leerlo de una vez por todas.

"Debemos informar que debido a ciertos inconvenientes con la llegada de los jueces, el plazo para enviar la fotografía se extiende una semana más. Les pedimos las más sinceras disculpas y..."

No seguí leyendo, porque una enorme sonrisa apareció en mi rostro y solté un grito de felicidad. ¡Esto era asombroso! Creí que tendría que despedirme del concurso porque no había logrado encontrar ni capturar ninguna fotografía que valiera la pena para entonces. En mi mente, aquellos días en los que había entrado al equipo de volleyball solo para fotografiarlos se repitieron dejando un sentimiento nostálgico a su paso. Realmente creí que ellos me ayudarían con la fotografía que tanto buscaba, pero incluso si mi plan principal no había resultado, me alegraba haber llegado a ese lugar. 

𝐋𝐈𝐀𝐑𝐒 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐔𝐒 ❯❯ Akaashi KeijiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora