Capítulo Diecinueve

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── Los chicos conflictivos
siempre son más lindos. ೋ

La primera vez que Franz y yo nos conocimos, yo iba en segundo año y él había sido transferido de otra escuela

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La primera vez que Franz y yo nos conocimos, yo iba en segundo año y él había sido transferido de otra escuela. Recuerdo que una vez habíamos cruzado la mirada un par de veces mientras caminábamos por el pasillo, pero nunca hablamos hasta que ambos terminamos sentados uno junto al otro en el área de castigo. Yo porque llegar tarde a clase, él por haberse peleado. Desde entonces hemos sido amigos, conociendo el peor lado del otro, el lado más ambicioso y rencoroso. Él decidió hacerse cargo del periódico escolar y luego yo me uní como su fotógrafa principal. 

Siempre habíamos sido sinceros el uno con el otro hasta este momento.

Sí, me gusta y no tengo el valor para confesárselo a tu hermano.

No podía hacerlo, sobre todo porque por primera vez no sabría cual sería su reacción. Éramos amigos, pero él era su hermano y podía creer que solo estaba jugando con él. Lo miré, pero cuando iba a abrir la boca, las sirenas de policía inundaron nuestros oídos. Sentí como mi cuerpo se paralizó, cuando las voces de los estudiantes aferrados a la reja de la escuela se alzó por los aires. Debía ser una broma, ¿Acaso el director había llamado a la policía? Era insólito, ¿Por qué no hizo esto cuándo le dije que había un abusador en su escuela?

Sentí pánico, pero esta podía ser mi oportunidad.

─Necesito que salgas, entretenlos ─ le pedí mientras apretaba sus brazos ─. Iré por mi cámara, tengo un plan.

─¿Estás segura?

─No, por supuesto que no ─ aseguré, temblando levemente. Solo llevábamos en huelga dos horas desde que había comenzado y la policía ya había hecho acto de presencia ─. Por favor.

Él me miró unos segundos, luego sonrió ─: ¿Cuándo será el día en el que finalmente estés segura de algo?

¿Acaso también estaba hablando de mis sentimientos? 

Que cruel.

Él se acercó rápidamente a los demás estudiantes junto a la reja, al mismo tiempo que yo corría al interior de la escuela otra vez y cruzaba el pasillo casi tan rápido como la policía se acercaba a mis compañeros. Revisé en mi casillero, por supuesto. Nada. ¿Dónde diablos había dejado mi cámara? Fue cuando mi memoria hizo lo suyo, la había dejado junto a la computadora de la oficina del periódico. Rápidamente corrí a la oficina, sonriendo cuando la tomé entre mis manos. Enseguida me puse a revisar la galería, ahí estaba la foto del periódico de aquel día. La que había comenzado esta pesadilla. Finalmente podría terminarla.

La sonrisa se mantuvo en mi rostro hasta que el portazo en la oficina del periódico me hizo voltear asustada.

El profesor Kobayashi.

Su rostro imperturbable por primera vez revelaba emociones. Estaba enojado, me miraba con ojos dementes que me provocaron un escalofríos y me decían que me mantuviera alerta. Los estudiantes estaban afuera, y yo había tenido la idea estúpida de venir sola. Tenía un muy mal presentimiento.

𝐋𝐈𝐀𝐑𝐒 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐔𝐒 ❯❯ Akaashi KeijiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora