Capítulo Nueve

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── Una cita para
ocultar lo obvio. ೋ

Me había pasado el fin de semana conversando con Semi en un intento de olvidar lo que había sucedido

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Me había pasado el fin de semana conversando con Semi en un intento de olvidar lo que había sucedido. Mi mamá no había salido de la habitación de mi hermano en todo ese tiempo, lo que me dejó claro que había pedido la semana libre. No culpaba a mamá, habíamos perdido mucho y ella se esforzaba lo que más podía, pero... yo seguía aquí.

Yo seguía viva y sentía que me estaba consumiendo.

Golpeé levemente la puerta con mis nudillos, ella no respondió. Me asomé levemente por el umbral, necesitaba saber si seguía viva, si se estaba comiendo lo que dejaba en su habitación. La bandeja seguía intacta con el almuerzo del día de ayer. 

─Mamá... debes tratar de comer lo que te dejo. No te pido que salgas, solo... no dejes de comer ─ le pido, tomando la bandeja para llevarla a la cocina ─. Ya me voy a la escuela, vendré más tarde.

Ella no me respondió.

Nunca lo hacía. Cerré la puerta con cuidado y tomé la mochila que descansaba en el sofá para luego comenzar a caminar a la escuela. Recuerdo aquellos tiempos en los que mi hermano me acompañaba. Yo le preguntaba sobre como le iba en su escuela y el equipo y él se la pasaba todo el camino mintiéndome sobre lo feliz que era jugando. Como odio recordar lo mucho que le creía, era feliz porque él lo era. Mi hermano era mi héroe, mi ejemplo a seguir y nunca superaría el hecho de haberlo perdido de esa manera.

Me di un golpe en la frente, buscando alejar esos pensamientos que me lanzaban al mismo agujero oscuro en el que mi madre se encontraba. Estuve apunto de apurarme para llegar al salón cuando alcancé a escuchar una voz.

─¡Grace!

Sentí como mis piernas temblaron.

Volteé, actuando con total confianza. Claro que eso no era cierto, podía desmayarme ahora mismo, sobre todo porque era tan atractivo como para hacerme perder todos los sentidos. Franz lo miró y luego me miró a mí, casi preguntándose: "¿Cómo demonios sabe tu nombre?" Como me encantaría responderle si no estuviese tan embobada mirando a su hermanastro. 

─Hola ─ sonreí ─. ¿Cómo estás?

─Ahora que lo preguntas, bien ─ respondió. Luego la sonrisa que tenía en los labios se borró mirando a su hermano ─. Piérdete, ya te traje. ¿No dijiste que tenías clase?

─Vete antes de que comiencen las tuyas, no querrás recibir otro castigo ─le dijo Franz de la misma manera.

─Me iré, pero antes debo hacer algo más importante ─ que bueno que recordó mi presencia. Se giró a verme, sonriendo de lado. Casi no pude retener el suspiro que trataba de escapar de mis labios. 

𝐋𝐈𝐀𝐑𝐒 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐔𝐒 ❯❯ Akaashi KeijiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora