Júralo Con El Corazón©

Capitulo 11: Adios

Al despertarme, vi a Alejandra iluminada por los primeros rayos del sol, estaba dormida, pensé que lo mejor sería dejarla dormir un rato más, cerré un poco la cortina para que no diera el sol en la cara y luego decidí llamar a servicio a la habitación, para pedir el desayuno y llevárselo a la cama a Alejandra, tal y como se lo merece, ordene un jugo de naranja acompañado por unos waffles y una porción de fresas.

Encendí el equipo, estaba sonando ¨Stolen Dance¨, cuando comenzó a despertase, me senté a su lado con la bandeja para que la viera.

-Buenos días- le dije mientras le daba un beso.

-Buenos días, huele delicioso- me dijo mientras aún se desperezaba.

-Te traje tu desayuno, levántate.

-Esos detalles tuyos tan tiernos-dijo mientras se incorpora en  la cama.

Cuando ya estaba sentada, comenzamos a darnos bocados del desayuno, yo a ella y ella a mí, estábamos muy felices, disfrutando el momento tal como lo hacemos cada instante que estamos juntos, cuando terminamos de desayunar hablamos un poco, luego yo me fui a bañar y ella llamo a sus padres para que supieran que estaba bien y que llegaría en unas horas a la casa para cambiarse de ropa, ya que volvería a salir conmigo para pasar todo el día juntos.

Después de pagar la cuenta salimos del hotel, la limosina nos estaba esperando, llegamos primero a la casa de Alejandra, espere a que entrara es su casa y luego la limosina me llevo a la universidad, le pague al conductor y luego entre a mi habitación, sonó el celular, era Alejandra así que conteste.

-Hola amor.

Al otro lado de la línea se escuchó un silencio, seguido por un llanto, el miedo me consume y solo logro pronunciar.

¿Qué sucede?- No hay repuesta-¡Alejandra estas bien!, ¿Qué pasa?

-Adam, mi hermano está en el hospital - solo logra decirme eso, después vuelve a llorar.

-Llego en unos minutos.

Salgo corriendo de mi habitación, solo pienso en que podría haber pasado, como estaría Alejandra y sus padres, el hospital quedaban muy cerca de la universidad, corro lo más rápido que puedo y llego en cuestión de segundos, logro verla sentada llorando junto a sus padres en el área de cuidados intensivos, me acerco corriendo a ella.

-Alejandra- le digo totalmente agotado.

Me abraza y con la voz entrecortada me dice

-Gracias por venir.

Cuando se tranquilizó un poco, logre que me contara que había pasado.

-Nicolás me dijo que quería ir al parque, lo lleve y me senté en una silla cerca de donde estaba el,  jugaba con sus amiguitos y en un momento se cayó y se golpeó en la cabeza, empezó a llorar, fui hasta donde él estaba, le tome la cabeza y estaba sangrando, se desmayó, lo traje al hospital y llame a mis padres después te llame a ti, cuando ellos llegaron el doctor les dijo que la situación era crítica y por ahora solo se puede esperar.

Solo esperaba y quería que Nicolás pudiera superar esto, es un niño fuerte, se merece vivir, lo consideraba como mi hermanito, uno que siempre quise, además, le debo una salida a jugar… yo se lo prometí.

…Nicolás, falleció dos días después de ser internado en cuidados intensivos, luego que su cabeza se llenara de sangre, la muerte está en todas partes, la mayoría intentamos evitarla, pero llega en el momento que menos esperamos, nunca es fácil de aceptar, recordamos todos los momentos vividos, todo aquello que un día planeamos hacer y ahora ya nunca será posible… 

El funeral de Nicolás fue bastante triste, tal vez porque aún no asimilábamos la muerte del él, Alejandra estaba muy triste y sus padres estaban totalmente conmocionados, yo solo trataba de ayudar aunque sabía que no podía hacer nada. En un momento me di cuenta que algunas veces los amigos aparecen cuando ya no necesitas amigos. Cuando mueres es como si todo lo malo que hiciste antes se borrara, porque estás muerto y solo hay que recordar lo bueno. Es un poco hipócrita,  pero la gente recuerda lo que quiere recordar, lo que es bueno recordar, pues estamos en un funeral.

Todavía no creo que este pasando.