Júralo Con El Corazón©

Capitulo 3: Letras

Cada día al salir de la universidad, solo pienso en ir al café a verla, cuando llego allí y la veo, me siento tan feliz, tan completo, y me pregunto si alguna vez han sentido que su corazón se acelera, que cuando esa persona se acerca el alma escapa, alguna vez, han querido gritar un te amo sin importar lo que piense de ti, alguna vez han contemplado los ojos del ser amado y han sentido, que sin él o ella nada tiene sentido. Así me sentía y estaba dispuesto a hacer lo que fuera.

Me entere que trabajaba en el café como mesera, pero en la noche la dejaban cantar, todos los días excepto el domingo, creía haber averiguado todo de ella, todo lo que necesitaba y aspiraba saber, pero no sabía su nombre y por más que trataba de hablarle para expresarle esto que me hacía sentir, como me hacía sentir, no podía, no podía hablarle y eso me molestaba.

Decidí tratar de hablarle, o por lo menos de llamar su atención, pero mis opciones eran reducidas y no hallaba como hacerlo, sentía que cada día que pasaba era una oportunidad para que alguien más llegara a sentir lo mismo que yo siento por ella, y no estaba dispuesto a perderla por mi falta de valentía.

Una noche después que termine mi café y mi muffin, se me ocurrió una forma de comunicarme con ella y aunque, no fuera la mejor de todas las que había imaginado, era la que más se acercaba a un ¨tipo de dialogo¨. Saque un bolígrafo de mi maleta y cogí una de las servilletas que estaba en la mesa, estaba sudando y me temblaban las manos al escribir, nunca había tenido tanto temor, me había rechazado antes, pero esta vez no quería que pasara. Justo cuando termina de cantar me acerco a ella, le extiendo la mano y ella me responde con una sonrisa, apenas le entrego la servilleta salgo del lugar.

-¡Eres un cobarde!- me digo gritándome y tratando de recordar que le había escrito.