Capitulo 2: Una Larga Noche

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Algo cae en mi cara y hace que me despierte apresuradamente.

-Es solo una gota-  digo en voz baja.

Ya al incorporarme más tranquilamente, me doy cuenta que el chico enfermo ya no está, van a terminar las clases y empieza a llover, así que decido salir de la universidad.

Empieza a llover fuertemente y antes de darme cuenta estoy corriendo, buscando un lugar para cobijarme, es ahí cuando logro ver al final de la calle un café, así que apresuro mi paso y entro.

Al entrar se siente un ambiente acogedor, en el cual me siento cómodo, tal vez el único lugar en donde me he sentido así, hay pocas personas, cada una tomando un café caliente, bastante agradable teniendo en cuenta el frio que hace afuera. Me da tanta hambre y recuerdo que no he comido nada desde que me había levantado de la cama, veo el menú y decido pedir un café con un muffin, al poco tiempo estoy tomando un sorbo de café y devorando el muffin.

Cuando voy terminando mi café, apagan las luces del lugar menos una que ilumina a una chica, me quedo mirándola por un momento y vuelvo a tomar mi café sin prestarle mucha atención.

La chica empieza a cantar con su guitarra y todas las personas del lugar parecen conocerla, al escucharla sé que canción está cantando.

-S.O.S. Gin Wigmore- digo sorprendido 

Creo que lo dije un poco alto por que una persona me hace un ademan de silencio, canto la canción en mi mente y en ese momento me detengo a mirarla con detenimiento, estatura mediana, piel blanca, delicada pero con algo de rudeza que produce una belleza que nunca había visto, una belleza que cautiva con solo escucharla y verla...  con su cabello suelto negro y su forma de vestir tan única, se veía tan libre.

Me hizo sentir diferente y creo que después de algunos años me he vuelto a sentir feliz.

Júralo Con El Corazón©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora