23. Gigant

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Dicen que lo que no te mata, sólo te hará más fuerte. Pero Luke ya a tenido suficiente.

Veinticuatro de diciembre, un día para celebrar, convivir, pasar un momento en familia y en compañía de amigos que son importantes.

Pero para Luke es distinto, hoy es un día común y corriente. Desde que está lejos de si familia ha dejado de celebrar muy seguido estas fechas, y agua que no tiene pareja, no quiere ver a sus padres, les dijo cosas hirientes.

En años pasados, el rubio convivía con Michael y los chicos e incluso sus familias se juntaban para celebrar, pero eso cambio cuando comenzaron su carrera artística, obtuvieron nuevas amistades y se mudaron dejando de lado aquellas celebraciones..

Él creyó que sería distinto este año, pero se equívoco de nuevo. No contaba con que su novia lo engañaría y que de paso Michael lo odiaria a tal grado de evitar coincidir en fiestas de sus amigos en común.

Pero por más que el rubio evitará aquello, no lo pudo lograr.

Ni MIchael ni él contaron con que Calum haría una pequeña fiesta para convivir y celebrar, Luke en verdad no quería ir, en verdad no se encontraba con ganas de salir de su departamento.

Pero si Calum se caracteriza por algo, es por el hecho de ser muy insistente si se lo propone.

Luke se negó una y otra y otra vez, pero Calum siempre le repetía las mismas palabras:

"¿Ya no me quieres verdad? ¿Ya no soy importante en tu vida?"

Si se seguía negando, Calum era capaz de ponerse a llorar afuera de su departamento.

Y ahora es un buen momento para arrepentirse.

No debió beber de más, no debió dejarse llevar por palabras lindas de alguien que apenas había conocido, simplemente no debió salir de su departamento.

Luke se sentía perdido, de nuevo, abrió los ojos con lentitud para poder acostumbrarse a la luz del sol que entraban por aquella ventana y daban directo a su cara

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Luke se sentía perdido, de nuevo, abrió los ojos con lentitud para poder acostumbrarse a la luz del sol que entraban por aquella ventana y daban directo a su cara.

La mente de Luke tal vez le estaba jugando otra broma, una muy mala para su gusto. Él se había prometido no volver a acostarse con alguien de nuevo, pero ahí se encontraba en la cama de alguien que no conoce.

Sin decir nada, buscó su ropa en el suelo, se la puso y salió de aquella habitación.

Por suerte su celular estaba en su pantalón junto a sus llaves y cartera.

Sin hacer mucho ruido salió de aquel departamento, que espera no volver a visitar en su vida.

Después de una hora, ya se encontraba en su hogar, sin ánimos se dio una ducha rápida, se puso ropa limpia y se fue a preparar el desayuno, para así, poder tocarse una aspirina para ese insoportable dolor de cabeza.

Letting GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora