𝓔𝔁𝓽𝓻𝓪 3

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Muchos aplausos inundaron el enorme teatro donde todos los graduados sonreían grande a los flasheos de las cámaras que les apuntaban.

Entre ellos, el recién graduado pelinegro que al reconocer esos cabellos ahora cortos color rosado hizo ensanchar su sonrisa remarcando más ambos hoyuelos que traía en las mejillas.

De un salto bajó del escenario y corrió hacia los brazos abiertos de su pequeño novio quien lo recibió gustoso en un fuerte abrazo. YeonJun tomó su rostro entre sus suaves y delgadas manos sólo para repartirle varios besitos alrededor; en su frente, nariz, párpados, cachetes, hoyuelos y un piquito en sus labios, saboreando el brillo sabor cereza que usaba el pelirrosa.

— ¡Felicidades mi vida, lo lograste! — sonriente se abalanzó contra él, rodeando su cuello y su torso entre sus piernas como un pequeño koala. YeonJun plasmó otro beso en su mejilla, demostrando estar orgulloso — sabía que lo harías, serás un médico execelente. Mi novio va a ser el mejor doctor de todos.

— Gracias bebé — rió cuando su pareja pareció restregarse como un gato contra él, haciendo que sus rosados cabellos le dieran cosquillas.

— Tu mamá está muy orgullosa Binie. Todos lo estamos.

— Lo sé — le mostró un ramo de flores — me dió aproximadamente ocho de estos. Y en mi apartamento hay más por parte de mi hermano mayor Jin — negó con una sonrisa mientras YeonJun se bajaba de su torso y le acomodaba el abrigo, escuchándolo — no sé cuántos floreros deberé conseguir.

— Déjame eso a mí. Traeré todos los que mi madre no usa.

— Sería un gran favor mi cielo.

— ¿Nos vamos?

— Sí.

Ambos caminaron con las manos entrelazadas, riendo al recordar la adorable exageración de la progenitora de Soobin que después de una pequeña ceremonia en la casa de los Choi, se quedó llorando con todo un paquete de pañuelos y un gran bote de helado, sosteniendo una foto de Soobin bebé y diciendo "Oh no, otro que se va a ir de mi humilde nido" seguido de eso tomó al menor de los hermanos para empezar otro drama.

— Pobrecito Kai — dijo YeonJun — tu mamá debió abrazarlo todo el rato que nos fuimos.

— Kai puede manejarlo. Es el más consentido por ser el menor de nosotros así que — se encogió de hombros — no hay de que preocuparse. Seguramente de ese llanto le saque un bono a mi madre para su mesada e irse a comprar ese horrendo peluche que da miedo y me mostró el otro día en compras en línea — perturbado sacó una tarjeta especial y abrió la puerta de su apartamento.

— Soobin, Totoro no da miedo.

Una vez adentro el pelinegro le miró indignado causando que el pelirrosa riera por la exageración que usó. De tal palo tal astilla, era idéntico a su madre, cree saber ahora de dónde sacó también lo melodramático.

— ¡Por su puesto que da miedo! ¿Has visto esa sonrisa cínica de esa esponjosa cara? No quiero despertar y ver eso en mi habitación, primero muero antes de tener eso cerca mío.

— Bebé chillón — canturreó.

— Ya déjame en paz — hizo un puchero.

— No bebé, eso es imposible — le guiñó un ojo retirando su abrigo y poniéndolo en el perchero — hasta el último día de nuestras vidas te molestaré. Sabes que te amo mucho gordito — le dió una palmada en el trasero.

Soobin lo copió colocando también su abrigo largo color beige en el perchero de la entrada quitándose los zapatos blancos que traía junto a los de YeonJun, situando ambos pares en una pequeña repisa. Rió por aquella nalgada que le dieron y que ya era una costumbre.

FILLE IDIOTE, IL EST À MOI © ║SooJun║✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora