𝓔𝔁𝓽𝓻𝓪 2

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Ese día había sentido un sospechoso indicio de fiebre porque la temperatura de su cuerpo estuvo muy por arriba de lo normal, pero aún así no iba a faltar a la universidad. Con las ganas casi por los suelos se alistó y arribó a la escuela.

Cof, cof, cof.

Con su bufanda abrigó su naricita que quedaba más roja, ocultando sus manos entre su abrigo. Debía ir a la escuela porque simplemente no quería faltar ni quería hacerlo. Hoy era especial, muy importante; era el cumpleaños de Soobin.

Entró y la calefacción del sitio tibio lo hizo soltar un suspiro a pesar de sentirse un tanto abatido por aquella fiebre, se palmeó las mejillas para no dejarse al descubierto por el pelinegro quien entraba a la institución en ese momento, bastó sólo un segundo para que las cosas quedaran en cámara lenta y tuviera pronto a Soobin frente suyo, con esa sonrisa típica de hoyuelos en su brillante rostro.

Evitó toser gracias al cielo y se tomó un respiro hondo para sonreírle, todo el mundo que los veía daba igual porque para YeonJun sólo existía ese chico de cabellos oscuros, los demás podían desaparecer.

Sin esperarse por alguna palabra o saludo de buenos días rodeó a Soobin con los brazos su torso, hundiendo su nariz rojiza en su pecho y dejando descansar su mejilla en la suave tela de ese buzo negro, aspirando tranquilamente el perfume que desprendía. En su cabeza le fueron dejadas gentiles caricias a la vez que era abrazado de vuelta por la cintura, elevando sus pies un poco del suelo.

— Parece que alguien no durmió bien anoche — murmuró Soobin a su oído con su voz grave y la suavidad derrapando en la misma que le hizo relajarse y cerrar los ojos — ¿No quieres volver a dormir YeonJunie? Me quedaré contigo hasta que despiertes.

— Eres muy lindo Soobin pero estoy bien.

— ¿Seguro? — puso esos ojitos de cachorro bebé que bajaba las orejas, deslizó su pulgar por su mejilla llevándolo a sus labios donde los acarició — es que...— volvió a tocar su mejilla y ahora su frente, pudo notar su expresión cambiar a una seria — tienes fiebre YeonJun.

Abrió sus ojos poco a poco, vaya al final lo notó más rápido de lo que planeaba.

— Para nada, estoy excelente.

— No, no lo estas.

— Vamos — tomó su rostro entre sus manos pero eso no le hizo cambiar su semblante serio, sus pómulos se pintaron de rojo y con una sonrisa tímida dejó un beso en la frente de Soobin quien abrió sus ojos por sorpresa causando igual un rubor en su cara — estaré bien, lo juro — jalando un poco más abajo el cuerpo del alto, no resistió y dejó un corto beso en sus labios — no quiero arruinar este día.

— Amor...— tomándolo de la cintura acercó más el delgado cuerpo del pelirrosa al suyo sin cortar el contacto visual — jamás arruinas nada — volvió a besarlo dejando sus labios juntos más tiempo así. Cambiando de posiciones, danzando entre ellos ignorando que sus clases comenzaron.

YeonJun jadeó con el rostro rojo por la cercanía y la fiebre, enredó sus brazos en el cuello de Soobin, su novio lo elevó del suelo tomándolo de su pequeña cintura.

— Quería venir por tu cumpleaños — dijo entre sus labios — quería darte un regalo especial para tu día, pero ahora que lo recuerdo — su rostro se deformó a uno de frustración y tristeza — ni siquiera eso traje.

Claro, por primera vez recordaba traer su ensayo de más de diez hojas a la universidad pero el regalo de su novio no. Maldición, estúpida fiebre.

— Perdón Soobin, tal vez sí soy un mal novio después de todo.

— Nada de eso — acunó la carita entre sus grandes manos dándole caricias en forma de círculos con los pulgares a esos cachetes colorados — eres el novio perfecto, eres hermoso, inteligente, amable. La lista es infinita — junto sus frentes — no digas que eres un mal novio mi amor, no lo eres para nada porque eres la razón de que sonría como un idiota cuando te veo o incluso cuando no lo hago, ocupas cada espacio en mi mente y mi corazón. Siempre me quisiste por mí y nunca me hiciste cambiar algo que no quería, al contrario, siempre me apoyas, respetas mis decisiones y estas ahí cuando te necesito ¿Quién no quisiera estar con un chico maravilloso como tú? Soy yo quien ganó en esta vida YeonJun porque te tengo a ti en ella — el pelirrosa hizo un puchero de patito al sentir las lágrimas caerse de sus ojitos — Oh no llores bebé.

FILLE IDIOTE, IL EST À MOI © ║SooJun║✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora