[HISTORIA CONCLUIDA]
|En proceso de correción|
Soobin enamorado de su compañera Arin hace todo lo posible por una mirada de ella.
Llegando a cambiarse en varios aspectos para obtenerlo.
¿Qué pasa cuando por una manía del destino o casualidad se re...
Según su hermano mayor SeokJin e internet, debía empezar con un cambio de imagen. La ropa.
- ¿Qué es ésto? Parece de un maliante o qué sé yo - miró la chaqueta de cuero negra en la cama, el mayor sólo soltó un soplido cansado.
- Ya te dije que no es ropa de maliante Soobin ¡Por dios! ¿Porqué no te lo pruebas? No te vas a morir - demandó colocando ambas manos sobre cada lado de sus caderas.
Su hermano menor era todo menos dispuesto a probar algo "nuevo" nunca salió de su zona de confort, un caso complicado y que le costaba intercambiar plática con personas que no fueran sus conocidos, en su mayoría de veces ni con ellos. En pocas palabras, no tenía vida social.
- Anda Soobin, es momento de que pruebes algo nuevo - lo animó posando una mano sobre el hombro ajeno - Te verás bien, créeme, todo te queda bien.
El menor hizo una mueca en sus labios en desacuerdo con la idea del mayor, pero, de verdad quería llamar la atención de la chica así que en suspiro se levantó del colchón tomando las prendas escogidas por su hermano justo para meterse al baño.
Ojalá de verdad no se vea como un drogadicto.
- ¿Y bien?
- Wow, de verdad ¿eres tú? - bromeó y Soobin sólo rodó los ojos.
- Enserio Jin ¿Cómo me veo? ¿Fatal? ¿Mal? ¿Malísimo? ¿Horrendo? - bien, el dramático le decían.
El mayor de cabellos castaños se levantó de dónde estaba sólo para darle un zape que hizo sonar un quejido de dolor y una mueca de molestia en el menor.
- ¡¿Y eso porqué demonios fue?!
- Para qué se te quite lo dramático y te ames un poco más, tonto - Soobin frunció el ceño más no dijo nada, era verdad, debía amarse un poco más pero por Arin debía cambiar un poco más, sólo un poquito - Te ves fenomenal, no seas ridículo diciendo que no y tampoco me vayas a venir con que sólo porque eres mi hermano lo dices ¡Al carajo con eso! Soobin, eres un maldito dios griego uses lo que uses por algo eres mi hermano ¿Captas?
- ¿Dices que por ser tu hermano ya soy hermoso como tú?
- Oh no, yo soy hermoso pero en otro nivel niño - Soobin puso los ojos en blanco - Yo soy el chico más hermoso que alguien podría conocer en persona, no, mejor dicho, el único que jamás conocerán en persona y-
- Okey okey okey, basta. Ahora dime ¿Qué más sigue?
El mayor bufó ofendido ante la interrupción pero no se negó a seguir con su trabajo de estilista, tomó el peine del tocador porque estaban en su cuarto ya que el del pelinegro era un desastre, ugh, niños.
- Paso número dos para verte fabuloso, pero no más que yo por supuesto - aclaró y Soobin sólo puso los ojos en blanco - El cabello, oh sí.
- ¿Mi cabello? ¿Qué tiene de malo? - preguntó confundido.
SeokJin sonrió caminando hasta él, jaló a Soobin del brazo con fuerza ya que su -pequeño hermano menor- pesaba el doble que él. Y ni hablar de la altura.
Lo puso frente a su espejo del tocador poniéndose a lado de él sin quitar sus manos de los hombros anchos.
- Tu cabello negro es genial Soobin, no te lo voy a negar pero ¿Haz intentando probar un nuevo peinado? - el menor negó.
- No, me llevaría mucho tiempo y ya sabes que a a mí no me gusta el "glamour" - hizo comillas con los dedos - Como tú que tardas horas en pasar una maldita secadora por todo tu cabello. Pobre NamJoon-hyung que tiene que esperar por ti - se compadeció del moreno que tenía como cuñado, las veces que iba por el mayor se ponían a jugar videojuegos en la sala mientras esperaban a que el castaño terminara de arreglarse.
Y siempre terminaban llegando tarde al restaurante o al cine. Lo que sea.
- ¡No estamos hablando de mí, niñato! Ugh eres un...
- Te saldrán arrugas si sigues mirándome así - soltó burlón.
- ¡Ya basta Soobin! Yo soy inmune a esas cosas - se deslizó el cabello para los lados de forma "diva" como el menor le decía - Ahora ¿En qué estábamos? ¡Ah ya! Ven aquí, te decía, tu cabello está bien, el negro te queda de maravilla pero...
- ¿Pero?
Las manos de su hermano pasaron a tomar sus mejillas de manera "gentil" mirándolo casi inspeccionando su rostro como una máquina. Le dió miedo.
- Estoy seguro que si te peinas el cabello de lado seguramente derrites a medio mundo - Soobin lo miro confundido ¿Derretir?
¿Como el chocolate?
- No entiendo...
- Es obvio que no, por eso yo te mostraré.
No supo de dónde pero justo ahora tenía una venda de seda cubriendo sus ojos. ¿Porqué su hermano tiene algo así? Mejor ni pregunta.
- ¿Ya?
- Joder, que no chamaco. Cálmate, ahí va.
Soobin hizo un mohín en sus labios de disgusto al ser regañado, sólo se permitió soltar un resopló de aburrimiento puro.
Tardaron alrededor de unos minutos para que dejara de sentir las manos de su hermano en su cabeza y el peine para posteriormente quitar de sus ojos la tela negra. Su vista se nubló un poco por la luz que le llegó de repente, segundos después miró a su hermano que tenía una sonrisa enorme en el rostro.
Bien, era una buena señal.
- ¿Y... cómo me veo? - preguntó temiendo por la respuesta, diablos, ¿Porqué hacía todo esto en primer lugar? Ah sí, para poder salir a Arin.
- Muchacho, oficialmente te declaro mi mayor creación más sexy en el mundo. Por dios que bueno que soy, merezco un maldito premio ahora - lo volteó frente al espejo. Soobin abrió grande sus ojos.
¿Qué?
Los ojos azules se abrieron de par en par, recorriendo cada espacio de su rostro, más bien, cabello. No sabe cómo lo hizo el mayor pero, maldición, parece un actor o un chico esos anime que le encantan a su hermano menor Kai en la vida real. Su cabello peinado de lado con ese tono de estar mojado más sus ojos, diablos, quizá si fuera como el mayor de avaricioso sería un narcista en definitiva.
Se veía de algún modo, sexy.
- Jin...te debo un banquete entero.
- Lo sé.
Ahora tan sólo era seguir con su plan. Un nuevo Choi Soobin nacería.
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