FILLE IDIOTE, IL EST À MOI © ║SooJun║✓

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Soobin no paraba de pensar en esa noche, donde exploró cada centímetro de la piel lechosa que era más suave de lo que imaginó, tersa y simplemente perfecta. Tampoco podía borrar los lindos gemidos de su amigo de la cabeza, las lágrimas de placer que le provocó y lo bien que se sintió hacer el amor con YeonJun.

De sólo recordar le daba una erección.

— Soobin tu helado se derrite.

— Eh...— en su mano, hecho un desastre, se derretía el helado de vainilla dejándole pegajosa toda la mano — diablos, que idiota.

Con la servilleta intentó reducir el caos que sus deseos pecaminosos le trajeron por estar pensando en su amigo. Un momento, después de esa noche ya no podían ser simples "amigos" ¿Verdad?

"Estoy enamorado de ti" 

YeonJun dijo eso ¿qué debe pensar? Su corazón salta emocionado de pensar en esa confesión.

— Soobin, ¿pasa algo?

Giró y se encontró la cara confundida de Arin que terminaba de ingerir lo que quedaba de su cono de helado de fresa.

No les comentó pero Arin y él al final si tuvieron esa cita tan esperada en el pasado, sin embargo ¿Cómo decirlo? Es como si ya no quisiera estar ahí, disfrutaba de la compañía de la chica, le parecía agradable  pero algo falta.

Alguien faltaba.

YeonJun imbécil, le escupió su cerebro.

Luego de esa noche caliente entre ellos, el pelirrosa pareció normal. No actuaba nervioso o algo parecido, no parecía "afectado" como él que desde eso no pudo dormir tranquilo toda una semana sin sentirse como una persona totalmente paranoica, buscando respuestas invisibles.

Le molestaba ¿Para YeonJun no significó algo su noche de pasión?  ¿O es que a su amigo realmente no le importaba mientras la pasara bien? Eso fue una daga a su corazón, de sólo pensar en que fue usado como una fuente de satisfacción sexual para el pelirrosa le dolía y se negaba a creerlo.

Pero él dijo que está enamorado de mí.

En un apartamento del otro lado de la ciudad, estaba un pelirrosa tendido en la cama y abrazando un peluche con tal de desahogarse por haberle pedido a Soobin que fuera a esa cita con Arin. ¿Acaso perdió la cabeza? ¡Fue lo más estúpido que pudo haberle dicho al su chico! Maldita lengua traidora.

Rogaba para que nada sucediera en esa salida y rezaba para que Soobin también se sintiera de la misma manera, por lo menos su confesión no desapareciera tan rápido como la neblina de su mente.

Enamorado.

"¿Tú en verdad piensas en mí?"  Soobin volvió a recordar la pregunta que hizo después de tocar varias partes del dulce cuerpo del pelirrosa.

"No hay día en que no lo haga" 

Fueron las palabras que YeonJun le susurró esa noche, donde no sólo compartieron cama sino cuerpos y almas. Al menos para él así fue porque ¿Cómo podría pensar en alguien más teniendo a un chico precioso en su dominio? YeonJun era todo en su mundo por lo visto.

Fue lo más glorioso que le sucedió en toda su vida, abrir sus ojos y lo primero en ver fuera el rostro angelical de YeonJun dormido cual bebé a su lado, abrazándose a él y aferrándose como koala. Con sus piernas entre las suyas abrazados.

Un amanecer perfecto.

Lo repetiría varias veces y nunca se cansaría, besar esa frente, esos labios. Todo el espacio de esa carita de bonitos ojos verdes, bonita boca y bonita sonrisa. Deleitarse de esa risa, hacerlo todas las veces que YeonJun quisiera, ser su compañero de travesuras, darle todo lo que quiera y-