Capítulo 29

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Maximous

Para ser un sábado en la mañana hay más personas de las que esperaba. Recorrí las instalaciones y supervise algunas tareas, me gustó ver la motivación de las personas y su eficacia para adelantar trabajos y salir cuanto antes de aquí.

-Maximous. – me volteo hacia la única persona que me llama por mi nombre de pila en este lugar.

-Dime, Travis.

Observo como acomoda sus gafas y me extiende una carpeta con varias hojas.

-El informe sobre las dos últimas sucursales abiertas del hotel Gaburgh. – tomo lo que me ofrece y comienzo a ojearlo – está dividido por índices, meses del año y sucursal.

Sonrío de lado. La inteligencia, junto a la eficacia y la lealtad son el resultado de alguien como Travis, a quien cuando comencé el Grand Splendid Empire no dude en llamar.

-Perfecto, ¿has incluido las bajas y los gastos extras?

-Sí, todo se encuentra allí.

Palmeo su hombro.

-Bien hecho, Travis, esta tarde me sentaré a analizarlo en detalle y te mandaré un email. Ahora por favor, sal de aquí y ve a disfrutar tu sábado.

-Por supuesto. – me dedica un asentimiento antes de darse la vuelta y volver a su oficina.

Sigo mi camino con intención de volverme a mi oficina, pero Paul, el hombre encargado de logística se levanta de su escritorio y camina a paso apresurado fuera de este para interceptarme en el pasillo.

-Te escucho, Paul. – me adelanto.

-Han llegado nuevos productos y necesito su autorización para llevarlos de la aduana hasta las fábricas, señor.

-¿Ya tienes los papeles? – asiente – pues vamos a ello.

"Papeles" es una pura formalidad, ya que en todos mis negocios empleo en su totalidad la tecnología de Iosknet, mi otra empresa.
Así que cuando me adentro en su oficina, seguido por él, leo la pantalla para verificar los datos, y Paul me acerca el dispositivo que me permite plasmar mi firma en el documento digital, al igual que mi huella dactilar.

-Gracias, señor.

-Escucha Paul, no es urgente, pero necesito que más tardar el martes te comuniques con logística de Iosknet. También en estos días deberían llegar grandes entregas a las fabricas ubicadas en Gales, Berlín y Varsovia.

-Cuente con ello, señor. – asiente.

Sigo mi camino con un humor esplendido. Podría haber solo venido a recibir los papeles de Travis y tener una rápida sesión con Anna, pero lo cierto es que viniendo más temprano me da tiempo a pasearme por la empresa, y me siento mucho más útil de lo que me sentiría estando solo en mi casa.

Observo mi reloj de muñeca, son casi las diez de la mañana, así que apuro el paso hasta mi oficina, ya que la morena debería llegar en cualquier momento.

-Buenos días, Clark, ¿noticias de Leduc? – me quedo a la altura de su escritorio, a medio camino a mi oficina.

-Buenos días, jefe. – murmura mientras observa su portátil – hace unas horas la vi llegar, y se encuentra en la empresa, según su tarjeta de empleada. Debería estar por aquí en cualquier momento. – asegura.

-Bien, cuando llegue hazla pasar. Estaré actualizando mi agenda de los próximos días a pedido de Chadwick, - digo en referencia a mi otro asistente - para que después eches un vistazo.

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