Capítulo 17 - Que tu piel me recuerde

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Dedicado a :ESTUP1D_C00K13_GIRL
MarielGarca003
AlexSansone
Rosangelflower
P1NKS0N4T4

Disfruten su limonada 7w7

No tenía la más remota intención de que la cita llegara a esto. Pero no iba a negar que lo quería. Lo deseaba. Malditamente lo deseaba. Entre ellos habían muchas cosas, amor, cariño, añoranza, anhelo, y deseo; atracción sexual pura y tendida. Se sentía diferente. Por supuesto que sintió una pasión grande por su difunta esposa, pero esto era diferente. Era algo más crudo, más salvaje, burbujeaba en su interior como lava hirviendo. Y Kakyoin sentía lo mismo. Lo veía en sus ojos vidriosos, suplicantes, en sus pupilas dilatadas. Jotaro lo levantó al vuelo y Kakyoin dejó salir un jadeo de sorpresa, seguido de una sonrisa seductora, sus piernas se enredaron en las caderas del pelinegro aferrándose a él, frotándose, sus brazos alrededor del cuello, acercándolo lo suficiente para que sus alientos se mezclaran. Jotaro quería controlarse, pero no lo estaba ayudando, en lo absoluto.

Compartieron otro beso, lleno de fuego y erotismo, lenguas enredándose y luchando por tomar el control, por excitar aun más al otro. Jotaro entró con él brazos, debían salir del balcón si no querían ser tachados de exhibicionistas. En el camino a la cama seguían besándose, tocándose, el pelirrojo meneaba las caderas para que sus erecciones se frotaran. Un gruñido gutural salió de su garganta.

- Antes no lo había reparado en ello, pero, tu piel es muy fría.

- ¿Eso te desagrada?

- Me encanta. - Noriaki nuevamente se restregó contra él, sus duras erecciones se frotaban y el pelirrojo sonreía con descaro.

- Quiero ir suave contigo, pero no me estás ayudando.

- Yo no te pedí que fueras suave.

- Oh, bonito, si eso quieres. - Jotaro lo lanzó a la cama, no con brusquedad, pero si con la suficiente fuerza para sorprenderlo. Se veía diminuto y hermoso en su enorme cama king size de sábanas oscuras de satén y seda. Kakyoin lo miró de forma acusatorio, para luego reírse. En este momento Jotaro creía que hasta su risa se escuchaba sexy. Se quitó muy lentamente el suéter de cuello de tortuga que traía puesto, quería provocarlo, encenderlo de la misma forma en que él lo hacía. Lo vió relamerse los labios y mirarlo muy fijamente, sus amatistas le calaban hasta el alma y lo estremecían. Se acercó hasta él, en un movimiento felino y sensual, los vampiros eran así por naturaleza, atractivos y encantadores. Encendió la lámpara que estaba al lado de la cama. Lo podía ver claramente aún con la penumbra de la noche, pero quería que Kakyoin también lo viese, que notara lo mucho que lo deseaba.

Con una mano se mantenía encima de él, y con la otra subía el suéter beige de Noriaki, y a su paso acariciaba la piel que iba exponiendo, sentía que tocaba seda o terciopelo, era tersa y sin imperfecciones, la única marca en su cuerpo en las cicatrices que recorrían sus párpados.

Noriaki alzó los brazos para finalmente dejar el suéter fuera del juego, Jotaro observó la piel blanca y besó su ombligo, su abdomen, suavemente, adorándole. Cuando llegó a los botones rosados le mostró una sonrisa perversa, y llevó su lengua al de la derecha, jugueteaba con él, lo mordía y lo chupaba. Suspiros complacidos fueron la respuesta, su cuerpo retorciéndose. Pellizcó el izquierdo, falto de atención, sus dedos hacían círculos en él y lo masajebean para propinarle otro pellizco. Luego su boca, dejando el anterior rojo y erecto. Sus manos fueron hasta sus rizos negros y jalaron un poco, insitándole a más. Siguió subiendo, besándole, dejando rosas por su cuello de mármol. Pasando su lengua y dejando un rastro a su paso.

Dracula's Wife [Jotakak] (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora