Volvamos a dedicar:
Jolyne realmente amaba a su familia. Adoraba su mamá con todo su corazón, incluso ahora que era un hombre. Compartía un lazo inquebrantable con Jouta. Y era la consentida de Jotaro. Siempre lo fue y siempre lo sería, sabe que a Jouta no le molesta eso, porque él fue el consentido de su madre. Ellos estaban bien con eso, eran gemelos, y uno solo, y sabían que sus padres los amaban por encima de cualquier cosa.
Y también está plenamente consciente del gravísimo error que su padre y ella cometieron. Todavía carga sobre sus espaldas el peso de todas esas vidas, de todas esas personas que no pudieron ver un mañana solo porque fue cegada por la ira y el dolor. Jolyne se sentía tan dañada y culpable que necesitó separarse por un tiempo de su padre. Se fue a vivir a New York con los tíos Joseph y Caeser, quienes la recibieron con los brazos abiertos. Y adoraba pasar tiempo con la cariñosa Holly y la alegre Shizuka. Se forjó una exitosa carrera como modelo, se hizo de grandiosos amigos y conoció a un maravilloso hombre que la amaba y que ella amaba también y que había estado a su lado esas noches dónde las pesadillas la atacaban, pesadillas dónde perdía el control y arrasaba con todo a su paso. Dónde su padre la abandonaba porque no podía superar el dolor de la muerte de su madre.
Luego de un largo tiempo, tuvo a su hermano de vuelta y a su madre y estaba alegre por ello, pero ¿Y papá? Jotaro todos estos años supo dónde ella estaba, pero nunca hizo un intento por buscarla o hablarle. Por eso a veces Jolyne dudaba si Jotaro realmente los quería.
Esa noche Kakyoin los había invitado a su exposición y ellos fueron sin dudarlo. Siempre había sido así, su madre hablaba y ellos hacían. Admiraron los cuadros con verdadera fascinación. Elizabeth fue una doctora, pero estaban realmente encantados por el talento arístico de Noriaki. Vieron una multitud alrededor de una pintura y se acercaron curiosos a verla.
Llorar fue inevitable.
Para ambos.
La felicidad y el amor en el rostro de su padre en aquella pintura era casi palpable, pero lo que más llegó a su corazón es que ellos eran la causa. Y ver a Jotaro en carne y hueso, llorando también por aquel cuadro no hizo más que remover dentro de ella las ganas de recibir un abrazo de su padre. Abrazo que llegó, tanto para ella como para su hermano.
Luego Noriaki los trasladó hacia su oficina para hablar con más calma, en el camino Jolyne tomó la mano de su hermano para darse apoyo mutuo. Al llegar se sentaron ella y Jouta en un minisofá que había allí y su padre en un sillón, su madre de pie al lado de este, con una mano en su hombro. A Jolyne le gustaba verlos juntos, le daba la sensación de tener a su familia de vuelta y esperaba que así fuera.
— Yo quería pedirles perdón, a ambos. — comenzó a hablar Jotaro, mirándolos directamente. — Sé que no fui el padre que ustedes necesitaban. Perdóname Jouta, tenía que haberte escuchado y estoy agradecido de que hayas honrado la memoria de Elizabeth de la mejor manera posible. Yo realmente lo siento, me deje llevar por la ira y te hice daño. Aún hay muchas cosas que tenemos que arreglar, pero quiero que me des la oportunidad de ser mejor. — Jouta se quedó en silencio unos segundos, mirando a los ojos a su padre, luego asintió con la cabeza y mostró una pequeña sonrisa que trajo algo de alivio a Jotaro e hizo sonreír a Noriaki, para ellos ese gesto estaba bien, porque Jouta no era muy expresivo. Luego, Jotaro la miró a ella y Jolyne sintió que se formaba un nudo en su garganta por la expresión tan dolida de su padre.
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Dracula's Wife [Jotakak] (PAUSADO)
FanfictionLuego de la muerte de su esposa en Valaquia y de vagar por el mundo, 200 años después, Jotaro encuentra su reencarnación en Japón, solo que es un hombre llamado Kakyoin Noriaki. Con esperanzas renovadas, él desea reconstruir la familia que creyó per...