Capítulo 9. | La chica misteriosa.

87 19 1
                                    

La puerta se movió, justo detrás apareció un hombre canoso vestido con una bata blanca. Todos nos levantamos automáticamente y lo miramos atentamente.

Yo estaba de pie a la derecha de Esther rodeando a sus dos hermanitos con mis brazos y sus padres estaban pegados el uno al otro agarrados de la mano a nuestra derecha.

-Ustedes son la familia de Holly Britt ¿verdad?- Todos asentimos a la vez, ansiosos por lo que diría a continuación.- No os preocupéis, la pequeña esta a salvo.- Todos resoplamos aliviados. A los dos pequeños se les esbozo una pequeña sonrisa y los padres se abrazaron aliviados, Esther me miro, le sonreí y le abraze.

-Pronto estará bien.- Le susurre a mi amiga.

-¿Podemos verla?- Dijo Jacob al médico.

-Aun está dormida y débil, muy débil. Podréis verla dentro de poco.- Contesto aquel hombre con una pequeña sonrisa. A continuación salió de la sala.

-Deberías irte a arreglarte Anne.- Comenzó a decirme Esther.- Debes estar lista para tu fiesta.

-La cancele.-

-¡Cómo!- Exclamo mi amiga con los ojos abiertos como platos.- ¿Por qué? Llevas mucho tiempo preparándola y estabas súper entusiasmada, cumples tus dieciocho hoy…-

-No importa- la callé.- Supuse que tu no querrías ir por todo lo sucedido-

-¿Y qué? ¿Estás tonta? ¿Has cancelado la fiesta de tu vida solo por mí?-  Dijo mi amiga, exagerando y agitando las manos para allá y para acá.

-Sí, tú eres mi mejor amiga no sería lo mismo sin ti. Además, yo también estoy afectada, para mi sois como mi familia.- Dije triste  y agache la cabeza, unas lágrimas cayeron por mis ojos, pensé en mis padres. Ellos nunca estaban conmigo, era como si viviera yo sola. Lo más cercano a familia que tenía era Esther. Sus padres me trataban mejor que los míos y sus hermanos eran los que yo nunca tuve.

Todos los presentes se dieron cuenta de cómo estaba y me miraron.

-Anne, cariño tu siempre serás como otra hija para nosotros.- Me consoló Amber abrazándome.

-Nosotros te queremos como otra hermana.- Escuche una voz aguda proveniente de Samanta. Vi como  Esteban asentía también.

Esboce una sonrisa. Ellos era la familia más unida que había visto jamás. A pesar de todos sus problemas, permanecían unidos siempre. Eso me fascinaba.

Al cabo de una hora el médico nos dijo que Holly ya estaba despierta y que podíamos pasar a verla. Primero pasaron sus padres, Esteban y Samanta.

Luego entramos Esther y yo. Esther se ofreció para quedarse la noche con la pequeña para que sus padres descansaran y yo decidí quedarme con ella.

Esther insistió el que me fuera, que hoy debería de estar pasándomelo bien por ahí por mi cumpleaños, pero no consiguió nada porque termine quedándome allí con ella.

Me daba igual no salir, ni celebrar mi cumpleaños, de todas formas iba a tener más cumpleaños.

Esther fue a su casa a por las cosas necesarias para pasar la noche mientras, yo me quede en el hospital con la pequeña.

Me quede mirando a un punto fijo y empecé a recordar todo lo ocurrido aquella tarde.

Después de los niños se enteraran de lo que le pasaba a su hermana, llamaron al teléfono de Esther. Ella lo cogió agitada. Yo me temí lo peor.

-¿Papá?- Dijo cuando descolgó el teléfono. No escuchamos lo que le decían pero debía de ser muy grave ya que su cara cambio por completo y salió corriendo. Nosotros la seguimos. Los chicos se pusieron muy nerviosos y empezaron a preguntar todo tipo de cosas. Ella dijo que su padre le dijo que estaban operando a Holly de urgencia, no me dijo porque pero enseguida mande a los niños a calzarse y salimos pitando al hospital.

Cuando llegamos sus padres estaban allí, Amber no paraba de andar hacia un lado y hacia el otro y Jacob estaba sentado en una silla con los brazos apoyados en sus piernas sujetando su cabeza. Cuando nos vieron Amber fue corriendo a abrazar a sus dos hijos pequeños para tranquilizarlos y Jacob se levanto y le conto lo que pasaba a Esther. Yo me quede mirando todo sin decir nada, me senté y estuvimos esperando al que médico saliera. Dos horas después, que pasaron como dos días, salió el médico y nos dio la noticia, que a todos nos alegro.

Esboce una sonrisa de la nada, pero enseguida mis pensamientos dieron un vuelco y se remontaron a aquella misma tarde, tiempo antes, cuando aun no sabía nada e iba corriendo hacia la casa de mi amiga, me paso algo extraño. Muy extraño.

Al chocarme con aquella chica de zapatos marrones, falda negra y rostro desconocido algo en mi interior cambio. Aquello que me revolvía por dentro desde que tengo memoria, que me hace llorar y que me vuelve loca la cabeza pensando en cómo hacer que desaparezca. Aquello desapareció por el tiempo que tuve cerca a esa muchacha de pelo rojizo. No pare de pensar en ella, no sabía quién era, a penas estuve treinta segundo a su lado, no intercambiamos ni una palabra. Era imposible que ese vacío se quitara solo por chocarme con una chica. ¿Qué podía haber hecho que mi interior cambiara? ¿Qué tenía esa chica que los demás no? Deseaba encontrarla, deseaba saber quién era, con todas mis fuerzas deseaba volver a verla para que mi interior dejara de tener ese dolor.

Pero sabía que eso sería imposible, en Londres había 9.000.000 de habitantes más todos los turistas que llegaban y se iban de la ciudad. ¿Y si aquella chica solo era una turista?

Lo tenía clarísimo, jamás la encontraría. Y eso me mataba.

-¿Estás bien?- Pregunto una voz grave que hizo que alzara mi cabeza saliendo de mis pensamientos.- ¿Por qué lloras?-

¿Llorar? ¿Yo? ¿Cuándo? Mierda. Era verdad. Seque mis lagrimas disimuladamente y contesté a aquel apuesto chico.

-Sí, estoy bien, no te preocupes.- Mentí. No tenía porque saber nada. Ni lo conocía.

➰➰

¡Holaaa lectores!
Bueno esto se va poniendo interesante ¿no?
¿Quien sera ese apuesto desconocido chico? ¿Y la pelirroja en la que Anne no para de pensar?
Seguir leyendo,  pronto todo saldrá la luz.
Espero que os guste:)

Besos, Bel:3

 

Mi otro yo.|Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora