Capítulo 7

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Estuvieron en casa de Eren aproximadamente una hora antes de volver a salir

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Estuvieron en casa de Eren aproximadamente una hora antes de volver a salir. Armin no preguntó más sobre el tema de la familia de Amaris, tal vez porque lo había olvidado; de todas maneras ya estaban saliendo de la casa otra vez.

- Me sorprende que tu mamá los haya dejada venir. - mencionó Armin.

- Es sólo porque vienes tú también, de otra manera no lo hubiera permitido.

- Hay que apresurarnos si queremos llegar para el anochecer. - dijo Amaris.

- ¿Por qué la prisa? - preguntó Mikasa.

- Llevamos como cuatro días tratando de partir; ya viene siendo hora de que nos vayamos. - le respondió.

- Entonces andando; no hay tiempo que perder.

Y así como Amaris calculó, llegaron con su dragón al anochecer. Armin incluso se dio el tiempo de explicarle por qué venían dos personas más con ellos, y aunque no parecía muy convencido, terminó cediendo.

- Yo tengo un mapa, así que iré al frente para guiar al Sr. Dragón. - dijo Armin.

- Yo iré detrás de Eren. - avisó, o más bien ordenó, Mikasa.

- A mí me da igual; - siguió Eren. - si quieres puedes ir detrás de Armin, Amaris.

- Está bien.

Los cuatro se acomodaron sobre el dragón, inevitablemente teniendo que sostenerse de la persona que tenían en frente. Una vez estuvieron todos listos, el dragón abrió sus enormes alas y emprendió vuelo.

Volaron durante varias horas en silencio mientras estaban cada vez más alto; Eren y Mikasa incluso se había quedado dormidos.

- Entonces, ¿qué tanto debemos volar para llegar allá? - le preguntó la pelirroja a Armin.

- La cuidad en el cielo está muy muy muy alto, tanto que decir "por encima de las nubes" queda corto. Y aunque es cierto que los dragones pueden volar largas distancias, ellos también sienten cansancio; tendremos que parar en un rato.

- ¿Y dónde se supone que vamos a parar mientras volamos en medio de la nada?

- Justo ahora estamos yendo en dirección a las islas flotantes, podemos tomar un descanso allí.

- ¿Y esas qué son?

- Son..... básicamente lo que su nombre indica, islas flotantes.

- Claro. - se avergonzó por haber hecho una pregunta tan tonta que había hecho.

- Puedes dormir si quieres, te despertaré cuando lleguemos.

- Gracias, la verdad es que tengo mucho sueño. - se recostó sobre la espalda del chico y cerró los ojos; no le llevó mucho tiempo caer dormida.

No sabe cuánto tiempo estaba así o cómo logró estar tan cómoda, pero para cuando Armin la despertó ya estaban aterrizando en la isla.

- Llegamos. - anunció al verla despierta por fin.

Sky Town - Armin Arlert Donde viven las historias. Descúbrelo ahora