Amaris corrió para abrazar a la mujer que había aparecido; quien, al parecer, trataba de hacerse la fuerte para no llorar mientras sujetaba con fuerza a la menor. Se sostenían la una a la otra como si en cualquier momento alguna de ellas fuera a desvanecerse en el aire.
— Lamento interrumpir; — dijo Eren. — pero ¿quién eres? — La mayor soltó a la pelirroja quien se secó las lágrimas con una manga.
— Danna Diamond. — se presentó a sí misma.
— ¿Diamond? — Armin miró a Amaris en busca de una respuesta.
— Es mi hermana mayor.
Los tres restantes abrieron los ojos con incredulidad; Armin sabía que Amaris tenía hermanos porque se lo había contado antes, pero algo no le cuadraba. Se encontraron con incluso lágrimas de por medio y parecía que no se habían visto durante un tiempo; ahí fue cuando se dio cuenta de que en realidad no sabía nada sobre quien hacía llamar su amiga.
— ¿Cómo es que estás aquí? — la voz, aún un poco quebrada, de Amaris lo sacó de sus pensamientos.
— Uno de éstos dragones me confundió con su cría y me trajo hasta aquí; pero no está nada mal, me construí una cabaña y el dragón me trae suficiente comida. ¿Qué hay de ti?
— ¿Yo? — pareció entrar en pánico por un momento. — Pues.... he estado buscando la cuidad en el cielo. — su hermana la miró frunciendo el ceño.
— ¿Todavía crees en eso? Bueno, no importa.
— ¿Por qué traes una hacha contigo? — se atrevió a preguntar Armin.
— Amaris trae un arco con ella y yo no pregunto nada.
— Lo siento. — bajó la mirada.
— Es broma, niño; con algo me tengo que defender. ¿Y éste quién es? — se dirigió a su hermana.
— Él es Armin; me ha estado acompañando en el viaje porque él también quiere encontrar la cuidad en el cielo. — Eren fingió toser. — Y ellos son Eren y Mikasa, amigos de Armin que se ofrecieron a ayudar también.
— Al menos no has estado sola, eso me tranquiliza. De hecho; ahora que estás aquí tengo que hablarte sobre algo importante.... — miró en dirección a los otros tres quienes se mantenían al margen. — a solas.
— Claro, ¿les molesta? — se dirigió a el resto.
Armin estaba bastante confundido con la actitud de Danna; ¿por qué quería hablar algo importante con Amaris? Tal vez era algo muy grave y no querían que nadie más escuchara. De todas maneras terminó aceptando y se alejó un poco del lugar junto con sus dos amigos; probablemente esta pensando demasiado las cosas y sólo necesitaban su privacidad como hermanas para reencontrarse y hablar adecuadamente.
Danna y Amaris se sentaron en el suelo, una al lado de la otra, y estuvieron un rato en un silencio algo incómodo. La azabache estaba pensando en cómo debería decir lo que tenía que decir; tal vez ser directa como siempre lo era no iba a funcionar, o tal vez era lo mejor. No lo sabía, y eso la tenía asustada.
ESTÁS LEYENDO
Sky Town - Armin Arlert
Hayran KurguEn la cuidad de Shiganshina, donde existen todo tipo de criaturas y plantas que parecen sacadas de un cuento de hadas, vive Armin. Desde que era pequeño sintió curiosidad sobre una leyenda urbana, y al cumplir los dieciséis años decide verificar si...