Estaba haciendo cosas escolares pendientes en la biblioteca, miré hacia el frente y ahí venía Alessandra, desde hace dos semanas no la veo, cuando fue por Adrian llegó tarde y no hablamos más, solo por mensaje, no supe que estaba haciendo pero sus padres habían ido a hablar con la directora.
-Hola, ¿Por qué tan apresurada, Olivia?- preguntó ella dejando su mochila en una silla al lado de donde yo estaba.
-Este sábado iré a una cena con mamá y papá, es con uno de sus socios, ya sabes, y...quisieron presentar a sus familias para ''llevarnos bien como una sola empresa'' aunque hubiera preferido estar en casa, cosa que no se podrá y tengo que acabar las tareas que estaban destinadas a hacer el sábado- en lo último levanté un poco la voz con molestia. -aunque dice papá que esa familia tiene un hijo de mi edad y una niña pequeña, bueno, de 6 a 8 años-
-uhh, si es guapo me lo presentas- sonrió traviesa.
-será muy raro el día que no te intereses en un chico guapo- la miré pensativa.
-ay ya, no es para tanto, mejor dime, ¿Qué hicieron tu y Adrián la otra vez por la noche?- me miró atentamente y se acomodó poniendo las manos recargadas en la mesa de la biblioteca.
Hace dos semanas solo habíamos hablado acerca de algunos de nuestros gustos en común y le conté que tenía tantas tareas que hacer para antes de que terminara el ciclo escolar.
-hablamos- volví mi mirada a la libreta y seguí escribiendo.
-sabes...no te creo nada en eso, llegó muy sonriente, pero si no me quieres decir, no hay problema algún día me enteraré, por cierto, la tinta de tu lapicero se derramó- exclamó señalando mi mano derecha sosteniendo el lapicero y volví a mirarla. Ya se había ido.
Después de eso fui al baño a limpiar esa mancha sobre mi piel la cual fue muy difícil y casi ni se quitó.
...
Me encontraba en mi habitación tarareando una canción mientras me medio arreglaba para aquella "cena" de mis padres.
-Oh, she's a little runaway- cantaba algunos fragmentos que me sabía.
Tomé la parte más difícil, la cuchara para mis pestañas.
No solia diariamente enchinarme las pestañas o más bien en general no me solía maquillar, no porque no me gusta, sino porque casi nunca me da tiempo al levantarme tarde aunque hoy si lo debía hacer, uno nunca sabe que tipo de socios sean.
Algunas personas ocupan ese enchinador pero a mí me da miedo utilizarlo, tiento que me podría cortar las pocas pestañas que tengo y es mejor con la cuchara aunque no falta una ocasión en la que me llegó a pellizcar y está vez no fue una excepción aunque hubiera deseado que así fuera.
-Oli...-
-¡Hay carajo!- exclamé enojada, me había lastimado el párpado con esa cosa -¿Qué quieres?- pregunté mi madre, ya era la 5° vez que venía a mi habitación y era molesto.
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No soy quien crees
RomanceOlivia y Adrian viven una relación a escondidas, pero ellos también tienen secretos que tanto ella como él esconden. Mientras el padre de Olivia no la deja juntarse con ciertas personas, ella pone la actitud que su padre espera de parte de esta mism...