Olivia Laurens
-Olivia- susurraron pero al principio pensé que había escuchado mal -Olivia- volvió a repetir la voz pero más fuerte de igual forma susurrante. Volteé para atrás y ví a Alessandra hablándome. -¿Puedes hacerme un favor?-
-depende- reí bajito y volví la vista hacia enfrente.
-vamos- rogó -te gustará- y una vez más volví la vista pero ahora hacia ella.
-¿De que se trata?- pregunté interesada.
-dale esto a Adrian- dijo haciendo ruido al sacar una caja de una bolsa de plástico.
-¿Por qué no se lo das tu?- refunfuñé.
-porque...porque yo me iré temprano de la escuela y...no lo puedo ver ahora ni más tarde, porfavor-
-no me gustó la idea-
-realmente era para que lo hagas, ¡por favor!-
-ya que- me lo dió.
-Pero no le digas que yo se lo mandé-.
-¿Por qué no? ¿Que tiene de malo?- junté las cejas confundida.
-hazme ese gran favor y solo si te pregunta no contestes, te vas corriendo a tu casa, gracias Olivia, te quiero- sonrió de forma sarcástica y rodé los ojos.
Esa caja parecía un envuelto mal hecho de paqueteria, definitivamente Alessa nunca había sido buena al envolver las cosas.
-dios, que asco de envoltura, al menos dale empeño- susurré.
-hay vamos, no es tan malo, seguro tu lo harías igual- comenzó a reír.
La profesora le llamó la atención, por un momento creí que iba a mandarla a dirección pero no fue así.
Tal y como ella dijo, al llegar al descanso ella se fue a saber dónde y yo fui a darle esa cosa a Adrian. ¿Qué si preguntó? Fue muy difícil inventar una excusa para decirle que Alessandra no fue la que envió el regalo, tanto así que tuve que decirle que yo se lo había dado. Confundido lo había aceptado y luego solo sonrió y se lo llevó, sin omitir que me dijo que debería de tomar algunas clases de papiroflexia para mejorar las formas de como envolver un regalo. Al fin de cuentas la que necesita eso es Alessandra, no yo.
Llegando a casa no me sorprendió ver a nadie en el trayecto hacia mi cuarto hasta llegar a este y abrir la puerta.
Papá estaba allí.
Y su cara no era una como si me estuviera esperando con tranquilidad. En cambio era una como si se hubiera enterado que he estado escapandome de la casa casi todas las noches.
-papá- dije canturreando -¿Qué...haces por...aquí?-
-solo había venido a dejar unas libretas que dejaste...en la sala- contestó.
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No soy quien crees
RomanceOlivia y Adrian viven una relación a escondidas, pero ellos también tienen secretos que tanto ella como él esconden. Mientras el padre de Olivia no la deja juntarse con ciertas personas, ella pone la actitud que su padre espera de parte de esta mism...