𑁍Capítulo 11

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☼︎Adrian Higgis☼︎

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☼︎Adrian Higgis☼︎

"Tus ojos me hinoptizaron de una extraña forma, tu voz me llevó a otras dimensiones y tú forma de ser me hizo aterrizar en la tierra pero de una forma muy fea. Es decir, varias cosas de ti me gustan, siento que estoy en el cielo al estar a tu lado pero cuando veo lo fría que llegas a ser se siente que caí desde seis metros y realmente se siente mal, y aún más peor cuando hablas de lo asombroso que pueden llegar a ser otras personas contigo, más bien otros chicos. Por momentos me ilusionó y de repente al mensionar el nombre de Jackson u otro chico mi instinto de criminal se activa y quiero matarlos solo para que tus ojos se fijen en mi."

-dios, eres tan cursi que das asco- dijo Jace leyendo lo que había escrito. -por estás razones no quiero enamorarme- hizo un gesto de disgusto.

-que... ¿¡Quién te dijo que leyeras eso!?- le quité la hoja de sus manos.

-bueno, yo estaba buscando mis notas y encontré esa hoja entre ellas, Adrián, amigo, si escribes esas cosas, deberías de guardarlas como guardas tu vida- lo miré seco -bueno, tu vida realmente no la guardas, pero es una metáfora, no deberías de dejar nada de eso a la luz de quién lo vea, que tal si un día llegas a escribir tus sueños hum...-

-suficiente- hize una pausa y pensé en lo último que iba a decir. -¡dios! Jamás escribiría eso- le aventé un cojín.

-bien, cambiemos de tema, es incómodo, pero deja de escribir todo lo que sientes, tú no sabes si un día ella se llegue a enterar de todo lo que has escrito, todo ese libro lleno de las cosas maravillosas que ella tiene- rodó los ojos -¿Como dices que se llama?- preguntó.

-¿No que íbamos a cambiar de tema?-

-solo su nombre- agitó mis hombros.

-¿Cómo se que no me delatarás como algunos otros momentos?- entrecerré los ojos.

-porque- aclaró su garganta -lo prometeré está vez- puso su mano en su pecho.

-Olivia- contesté y el gritó despacito -eres como ella, me hacen hacer cosas que no quiero tan solo con verlos- añadí frustrado.

-¡O cielos! No te enamores de mi porfavor- dijo imitando una voz femenina que definitivamente no le quedó. Me empezé a reír por lo que hizo igual que el. -¿Es la chica china?- preguntó.

-no es taaan china-

-bueno, ¿La de ojos azules?-

-si- iba a gritar pero le tapé la boca, no quería escuchar de nuevo ese agudo gritó que reventara mis tímpano. -no grites-.

-esque...¿tu enamorado?- sus ruidosas risas entraban a mis oídos y comenzaba a ser algo irritante

-¡Chicos, a comer!- llamó su mamá de él. -¡Es pastel de carne!- anunció canturreando.

No soy quien creesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora