Charmed: The Bloodline | Temporada 1

15. No puedo imaginar un mundo sin ti. PD: Lizzie

Ha pasado una semana desde que Lizzie vió morir a Daniel a manos de un demonio y que ella no pudo salvarlo.

Fué al entierro de Daniel sin que su familia se dieran cuenta, ya que no quería tener problemas y continuar con la culpa.

Lizzie se encuentra en su habitación acostada y pensando muchas cosas. En esta situación, le hubiera gustado tener a su madre a su lado tratando de ayudarla.

La pelirroja/rubia comenzaba a llorar mientras sus lágrimas brotaban sobre el cojín de su cama. Sentía ganas de gritar, pero no podía. La persona que más quería y su primer y único novio sincero que a parte de la relación terminada, seguían siendo amigos y ahora ya no está, se fué para siempre.

No soportaba que se fuera y no se imagina un mundo sin él.

Varias imágenes comenzaron a volverse en recuerdos desde la primera vez que se vieron y la última vez que se vieron.

Recuerdos que de momento se quedan en la cabeza hasta que algo lo hace estallar y olvidar.

Los demás miembros de la familia la han estado observando todo estos días a Lizzie y saben que el dolor que tiene ella la esta haciendo sufrir.

Michael, que es el último en llegar, no sabía nada sobre Lizzie y Daniel y en cuanto a Wyatt, trata de buscar a Phoenix, aún la querían en la familia a pesar de que aún no acepta el tener un hermano y que sea medio demonio y medio brujo.

Chris quería ayudar a Lizzie, pero había quedado con Allison para hablar sobre algunas cosas que se retrasó por la muerte de Daniel.

Prue también veía sufrir a su sobrina y quería ayudar también, así que, fué la primera que entró para hablar con ella.

Mientras Lizzie seguía llorando y Prue trata de consolarla.

Prue se sentó junto a la cama de Lizzie, extendiendo su mano para tocar suavemente el brazo de su sobrina. La habitación estaba en silencio, salvo por el sonido de la lluvia golpeando suavemente contra la ventana.

— Lizzie, mi querida niña, sé que el dolor parece insoportable ahora, pero te prometo que con el tiempo, se suavizará. — Sus palabras eran un susurro, pero llenas de una promesa sincera.

Lizzie levantó la vista, sus ojos reflejaban la tormenta de emociones que sentía.

— ¿Cómo puedo seguir adelante, tía Prue? Daniel era... era mi mundo.

Prue sostuvo la mirada de Lizzie, su expresión era seria pero llena de compasión.

— Lo haces un día a la vez. Y no lo haces sola. Estamos aquí contigo, todos nosotros. — Prue hizo un gesto hacia la puerta, donde los demás miembros de la familia se asomaban con caras preocupadas.

— Pero Phoenix... ella se fue. — Lizzie sollozó, la traición de su prima añadiendo sal a la herida.

— Phoenix está buscando su propio camino, al igual que tú. Y aunque ahora esté lejos, sigue siendo parte de esta familia. — Prue acarició el cabello de Lizzie, ofreciéndole un consuelo maternal.

— Y Daniel... él siempre será parte de ti, de los recuerdos que atesoras y del amor que compartieron. Eso nunca morirá.

Lizzie asintió, las palabras de Prue calando hondo. Aunque el dolor aún era fresco, comenzaba a sentir la fuerza de su familia alrededor, sosteniéndola.

— Vamos a encontrar a Phoenix y vamos a detener esta amenaza. — Dijo Prue con firmeza. — Pero primero, debes cuidarte. Por ti y por Daniel.

Con un abrazo que parecía abarcar todo el amor y la fuerza de su linaje, Prue sostuvo a Lizzie, permitiéndole llorar hasta que las lágrimas ya no pudieran fluir. Y en ese abrazo, Lizzie encontró la fuerza para comenzar a sanar, sabiendo que no estaba sola en su dolor ni en la batalla que les esperaba. Juntos, como una familia, enfrentarían lo que viniera, con el espíritu de Daniel guiándolos hacia adelante.