marry me - martuli

Capitulo trece

Marry me

Me gustaba verla dormir, se veía feliz cuando dormía. Tal vez porque no estaba para molestarla

Acaricie su brillante cabello para dejar su rostro despejado, no se veían sus ojos, pero aun así me gustaba

Dormía plácidamente, como si nada malo pasara en sus sueños

Lastima que seguía enojada con ella

Le arroje agua sobre la cara y despertó gritando "¡Me ahogo!". Tardo unos minutos recomponerse del susto, y cuando me vio de brazos cruzados con el vaso en la mano, su rostro se puso rojo de rabia

-¿Por qué demonios hiciste eso?- me pregunto mientras se secaba con una toalla que estaba en su buro

-¿Esa es la forma en la que vas a tratar a tu futura esposa? Podría denunciarte por agresión verbal, pero no lo haré- Martina lucía sorprendida, no era común que hablara de nuestro compromiso así de la nada. Menos después de que me ignorara por un mes. Vístete, la hermana de Angie llega a las doce y ya son las diez

Este era mi plan: hacer que se arrepintiera por hacerme sufrir. En el en el tiempo en el que me ignoró hizo que me diera cuenta que de verdad la quería y qué su ausencia me afectaba demasiado, incluso me deprimía. Y no se lo pero no haría jamás. Así que la haría sufrir con mi indiferencia, no como lo hacía ella, si no que haría como que nada sucedió y me convertiría en la chica perfecta hasta que me pidiera perdón de rodillas

Me arregle minuciosamente, repare cada detalle para lucir como la novia ideal de Martina. Cepille mi cabello y me maquille, a pesar de que hacía frío me puse un vestido, por último practique mi sonrisa para que no se viera falsa

Baje 10:40, ya había desayunado, así que vagué por los pasillos esperando a que Martina estuviera lista. Cuando me senté a ver televisión en el living, me encontré con Chivín y Delfina listas para irse

-¿A dónde van?

-Al parque, Delfina quiere pasear, ¿quieres ir?- dijo Chivín

-No puedo, tengo la cita con la hermana de Angie para organizar la boda- le dije, Delfina se alegro al ver que me lo estaba tomando en serio. Aunque ella sabía la verdad. Me había visto después de que Martina se me declarara y feliz no estaba

-Con respecto a eso, tenemos que hablar de algo después, Lu- dijo Chivín, asentí y me pregunte de que querría hablar

Se marcharon y a los minutos bajó Martina, aún en pijama

-¿Acaso no te dije que te vistieras?- dije entre dientes, esto no estaba resultando. No serviría de nada esforzarme para mi venganza si ella no aportaba inconscientemente, ¿Dónde había quedado la chica dulce y dispuesta a hacer todo lo que yo quisiera?

-Si, pero no tengo porque hacerte caso- me respondió, fue a la cocina, seguro fue a desayunar

Ni siquiera se había fijado que me había arreglado para ella, era una idiota, solo lograba enfurecerme más

Lance el control remoto del sofá y gruñí para mis adentros, cerré los ojos y trate de controlarme para no ir a la cocina y buscar el primer cuchillo para matar a la Rubia

Pero, ¿Por qué estaba tan enojada? ¿No era eso lo que quería desde un principio? ¿Qué las cosas volvieran a la normalidad? NO, ya no podía, ya no había vuelta atrás, de todas formas nos casaríamos

Me sentí frustrada al no poder acomodar mis pensamientos, ¿La quería o no la quería? ¿La odiaba o no? ¿Me gustaba mas así o la chica amorosa que conocí?