marry me - martuli

Capitulo Diescisiete

Marry me

Acaricie la mano de Lourdes. Ahora no lo hacía porque quisiera pedirle perdón, como todos estos años. Sino para que supiera que estaba allí con ella, a su lado y que desde ese día no la abandonaría

-Mar, no te duermas con el traje puesto- me dijo Lourdes cuando me acosté en "nuestra" cama

Veía las cosas como si estuvieran cubiertas en una neblina espumosa y brillante, lo único que distinguía era lo bella que ella seguía luciendo a pesar de que ella estaba tan cansada por un dia agotador como nuestra bosa

El alcohol se me subió a la cabeza, deseaba tenerla en mis brazos en cuanto antes, de verdad la deseaba. Pero reprimí mis impulsos y mantuve un poco mi autocontrol que me quedaba para quitarme el traje y ponerme el pijama

-Por dios, estas tan ebria. Juraba que volverías a besar a Angie- no entendí de lo que estaba hablando, ¿yo, besar a Angie?, ella me besó a mi

-Soy irresistible, lo siento- rio conmigo y se quito el vestido frente a mis ojos. Quedo en ropa interior y abrí los ojos ante la confianza que teníamos de pronto

Ella se dio cuenta e hizo una mueca

-Ya estamos casadas, es legal. Además, no es la primera vez que me ves así, si no mal recuerdo, estuvimos desnudas en esta habitación hace un tiempo- Las imágenes eran tan nítidas por culpa del alcohol, me quede imaginando lo que paso e imaginando lo que pudo haber pasado

-No seas pervertida, Rubia- dijo Lourdes lanzándome una almohada al darse cuenta de lo que pasaba por mi mente. Me reí y la invite a acostarse a mi lado

-Disculpa pero ahora eso es "legal"- dije imitando sus palabras

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Al otro día, mi cabeza era una bomba de tiempo. Beber dos noches seguidas no era lo más recomendable, pero se me quito todo el dolor- o me obligue a dejar de quejarme- Cuando no vi a Lu a mi lado

¿Había sido todo un sueño?

Oh no, ¿y si soñé todo?, ¿Si soñé que finalmente me había declarado y nos casamos? No podía seguir viviendo así

-¡Martina, es el día!- exclamo una voz, era Delfina, que entro rápidamente a mi habitación con los ojos tapados por su mano y se puso a dar saltos en el umbral

-¿De que día me hablas?- le pregunte asustada

-¡Del cumpleaños!- gritó, y mi vida se vino abajo. Todo había sido un sueño, jamás besé a Lourdes, jamás me confesé, jamás nos casamos

Froté mis ojos, arruinada como estaba no quería celebrar mi cumpleaños otra vez. No sería capaz de confesarme en la vida real. Por supuesto que todo había salido de las mil maravillas y me había casado con Lourdes, porque todo lo soñé

-Delfi, no estoy de ánimos- le dije abatida. Solo quería quedarme acostada hasta que me consumiera en mi miseria y me muriera

-Pero Lu te esta esperando con el desayuno listo, se enojara mucho si abe que no quieres celebrar su cumpleaños

Me levante de golpe

-¿Su cumpleaños?- pregunte

-¡Lo olvidaste! Te va a matar. Estaba muy emocionada de que la boda fuera un día antes de su cumpleaños

¡Claro! Era cumpleaños de Lourdes, lo había olvidado por una milésima de segundo por culpa de la resaca y los preparativos de la boda. Ella tenia todo derecho de matarme