En casa espié un poco con las luces apagadas mientras el lugar cerraba, y así lo hice durante casi toda la semana. Pero ni rastro del hombre. ¿Qué tipo de neandertal era? No lo sabía y quizá no quería saberlo. Era la señal divina que esperaba para quitar el dedo del renglón y volver a la realidad. ¿Lo era?
Esos días me mantuve lejos del café hasta que mi resistencia dijo "una vez más no matara a nadie" y ya estaba en camino para tomar una cerveza y quizá comer un poco de pizza. En cuanto cruce la puerta vi como su rostro se ilumino e instintivamente respondí con la misma sonrisa, aunque por dentro tenía ganas de ponerme un buen bofetón, uno que me acomodara un poco el cerebro. Aun no tomaba asiento y ella ya estaba frente a mí.
-Esa tarjeta de sellos jamás se llenara de esta manera- señalo una mesa cerca de la barra
-Soy el peor cliente frecuente de la historia- me senté tomando el menú
-y ¿Qué será el día de hoy?-
-Una pizza individual, y una cerveza oscura- tomo nota sin quitar esa jodida sonrisa perfecta.
Mientras entraba a dar la orden vi como estaba todo más movido de lo habitual, algo que no había notado al entrar, al parecer las cenas eran mejor que los desayunos, no los culpo el expreso era el peor. Comencé a cenar disfrutando de la vista. Me había recibido como esperaba, pero la espinita no me dejaba en paz. Estaba tan centrada en la nada y todo que ni siquiera note esa pelirroja de muerte que se había sentado frente a mí.
- ¡Hey!, ¡hola! - paso su mano frente a mí.
-Lo lamento, no, no estaba aquí- dije recomponiéndome un poco- ¿Qué te trae a mi mesa?-
-Eres Lp ¿verdad?- y le clave de tajo una mirada llena de duda. Demonios, por los dioses que no sea alguien con quien dormí y no tenga ni puta idea- parece que te va a explotar el cerebro- se recargo en la silla cruzando las piernas y jugando con su cabello- vamos, estas hiriendo mis sentimientos-
-Pues te romperé el corazón querida, pero no tengo idea de donde nos conocemos- levante la mano para pedir una cerveza era lo menos que podía hacer-¿Clara u oscura?- le pregunte mientras el mesero le clavaba un puñal con la mirada a la reciente intrusa
-Clara, por favor-
-Y para mi otra más igual- y ahora era el turno de acribillarme a mí. Que miedo.- ¿Entonces?- regrese a la pelirroja sin mirarla tanto, ahora le tenía miedo a todo mi entorno.
-La fiesta de Sany, del nuevo disco, la chica de las dreads- maldita mierda, el mundo caía en mí, y si, me la había tirado meses atrás- de verdad que me estas rompiendo el corazón- hizo un puchero inclinándose frente a mí dejando una vista panorámica a sus enormes pechos.
Intente llevar esa conversación lo más lejos del filtreo que pude -eso incluía no mirar sus pechos aunque fuera difícil-. Sentía los ojos del mundo en mí, pero intentaba parecer tranquila. La chica no daba rienda e intentaba todo por no irse de la mesa. Mis ojos se topaban regularmente con los de Green, pero ella en automático miraba para otro lado y creo que la vida me estaba dando un mensaje que no podía entender. Finalmente llegó la hora de pagar no podía estar más tiempo ahí.
-Terminaste muy temprano la cena- dijo la pelirroja mientras el mesero pasaba la tarjeta de la manera más lenta que vi a alguien hacer algo en la vida
-Tengo cosas que hacer en casa-
-¿Tienes? O ¿tenemos?- y puedo jurar que vi al chico sacando la tarjeta sin dar confirmación para iniciar el proceso nuevamente
-Tengo querida, tengo. – hizo un puchero y me tomo la mano
-Vamos, puedo ser útil- yo retire la mano para tomar la tarjeta que mágicamente ya había logrado pasar y tomando un gran esfuerzo negué con la cabeza.

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En el café
FanfictionLp y Green eran un ir y venir. Jamás podían quedarse en un solo lugar y tampoco podían estar juntas, era como si estuvieran malditas de algún modo y al mismo tiempo se pertenecieran.