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Al día siguiente estaba en México. Me encontraba hecha mierda y pensé que ser la mierda más grande de la vida no era tampoco el peor plan. Estuve perdida de todo unos días pero pronto llego alguien a sacarme a la vida real.

-De verdad creí que seguías en España- dijo Sam mientras se servía un whisky- no pensé que todo este drama estuviera sucediendo en tu vida mientras yo desayunaba mi sándwich en el auto camino al trabajo-

-Pues ahora lo sabes- dije levantando mi cerveza

-¿Y que sigue ahora?-

-Pues debo seguir ganándome la vida, así que continuare como si nada-

-Esta vez no habrá canciones de desamor-

-No lo creo, no tengo el corazón roto, al menos no como en su momento. Solo estoy decepcionada de todo. Quizá como lo dijo mi divo de Juárez, "yo no nací para amar"- y soltamos una risa que inundo todo nuestro alrededor- Renuncio a todo esto, simplemente seguiré con mi vida como antes. Una chica de vez en cuando y así hasta que envejezca siendo la "tío" amargada y excéntrica de tus hijos-

-Pues a mí me agrada el plan. Siempre y cuando puedas heredar a mis hijos ya que de mi parte no creo dejarles mucho- reímos.

La vida siguió sin color. Siguió sin nada. Al parecer todos tenemos en algún momento de nuestras vidas ese sentimiento en el que sabemos que estamos vacíos. Tan vacíos. No importa cuántas veces alguien a tu alrededor te diga "tienes todo" tú sabes que no es así. Vivir de viejas glorias es pesado y más aun de viejas memorias.

De vez en cuando me traicionaba la razón y me aparecía en los alrededores de los cafés de Green, pero rápidamente regresaba en mí. Entonces deje de beber como siempre lo hacía. Necesitaba tener el poder del alto. Ese año fue frio. El más frio de todos. Mi hermana se quejaba de mi depresión, pero no me obligaba a seguir en pie como Paulina; entendía su punto, entendía lo que ella veía en mí y el miedo que sentía. Pero no podía ser de nuevo LP, al menos no esa LP.

Ahora la música me salía un poco más gris de lo normal, el hablar de desamor había terminado para mí, y el crear versos donde la soledad era protagonista se hacía adictivo. Tan adictivo que me estaba volviendo rica. Fue impresionante para mi verme ese día por la mañana a mis 40 años sin nada, sin nadie.

No quiere decir que las parejas amorosas lo sean todo, pero ¿Cómo es posible guardar durante 5 años un amor tan profundo por alguien y no poderle tener? O más bien no querer luchar por ello. Mientras desayunaba ese día revalorice mi vida en general. Todo lo que hice y no hice en ese tiempo, lo que perdí. Lo que ame, y lo que intente amar.

Era todo un chiste malo de parte del amor hacia mi persona de eso estaba completamente segura. Mientras conducía hacia el trabajo ese número conocido se marcó en la pantalla de mi móvil. Unas cuantas risas, una afectuosa felicitación y un ¿Cómo va todo? nada fuera de lo normal entre Nerea y yo.

Sabía que esa noche prepararían algo exagerado, era el don de Paulina. Así que decidí arreglarme un poco. Ya no podía volver 5 años atrás y tomar todos los riesgos, dejar de dudar, aferrarme a la felicidad. Eso ya no pasaría.

En fin al entrar al bar todo el mundo estaba ahí. Al parecer cumplir 40 era todo un logro, quizá para mí un poco más por seguir de pie. Bebimos, reímos, cantamos. Todo era tan armónico y curativo para mi depresivo despertar del día de hoy que pronto me vi cantando Don't Start Now como si fuera la persona más equilibrada de la vida.

Mientras regresaba a casa en el Uber mi móvil sonaba, pero el alcohol había llegado a un punto donde podía ver tres pantallas. Me baje del auto, e intente subir las escaleras de un solo tajo, pero falle. Me deje caer en los escalones un piso antes de llegar a mi casa. Y sin que pudiera evitarlo se me empezaron a salir las lágrimas. Siempre lloraba por ella cuando bebía, por eso la sobriedad me parecía tan atractiva últimamente. Me seque el rostro, era el ser humano más patético de la tierra, termine de subir las escaleras y antes de terminar el camino por el pasillo hasta mi apartamento. La vi sentada en el suelo... era ella... de verdad era ella... sentada con una bolsa de ¿Café?

En el caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora