Esa semana en casa fue completamente fuera de mis expectativas, Ever, y mis sobrinos eran uno mismo, jugaron, durmieron juntos, nadie más que ella podía haber logrado eso, cuando fuimos por papá para pasar el año nuevo la amo, jugaron cartas, no sabía que pasaba, pero era como si esta familia fuese diseñada para ella.
-Laura- escuche a mi padre entrando a la sala-ven aquí hijo- corrí para alcanzarlo-
-¿Todo bien?- papá vivía en una casa de retiro, era muy feliz con su independencia, siempre lo había sido, venía a casa cuando quería y cuando no regresaba a su departamento, de ahí había sacado tanta independencia
-Sí, solo quería hablar un poco contigo- se sentó en el sofá y me hizo señas para que le sirviera de su preciado whisky que guardábamos en el gabinete de la sala- me da gusto verte mejor- lo mire con dudas- seré viejo, hijo, pero saliste de tu madre y yo viví esas 9 horas de parto a su lado, así que te conozco más que nadie, y sabía que la estabas pasando muy mal- le alcance el vaso y me sentí nostálgica de alguna manera
-Bueno, quizá estuve triste un tiempo-
-Un tiempo, fueron años a mi parecer, nunca te vi hablar tanto con tu madre como en esos días, y te entiendo, ella siempre sabe que decir- miramos la fotografía- pero me siento tranquilo de ver como brillas, brillas a su lado, y ella brilla al tuyo, mamá siempre supo que encontrarías una chica hermosa, le hubiese encantado conocerla- sentí un nudo en la garganta
-Pero si nunca pude...- su mirada me increpo
-Hijo, tu madre se dio cuenta antes que todos nosotros, pero jamás te forzó, se sintió mal algunas veces por no escucharlo de tu boca, pero al final todos supimos que ella te acepto de una manera tan natural que no hizo falta que aclararas nada.-
-¿Lo crees?- sentí que mis ojos se llenaban de lagrimas
-Lo sé, por eso quiero decirte esto. No sé cómo sea su relación, o si será con ella o con alguien más, pero me estoy haciendo viejo, y si guardo esto más tiempo quizá se quede solo como reliquia familiar- saco su pañuelo donde traía envuelto el anillo de compromiso de mama- sé que no es el mejor añillo, pero tu madre lo llevo con ella durante 44 años, así que alguna buena luz debe de tener-
-Pero papá... -
-No te sientas obligado a dárselo a ella, quizá no sea, pero ahora que te veo feliz, creo que puedo dártelo para que tú lo sedas a esa mujer que crees será la indicada-
-Creo que ella lo es- susurre tomando el viejo anillo de plata de mamá
-Igual yo, pero tomate tu tiempo, nadie llega antes ni después- me puse de pie para abrazarlo- si te soy sincero solo por este momento quería un hijo- rio- siempre quise darle el anillo de tu madre, a un hijo. Como en las películas- yo no paraba de reír- ahora puedo decirle a esa bola de viejos que he heredado el anillo familiar, seré un viejo interesante entre los viejos- lo bese en la frente y guarde en mi cartera el anillo.
Ya había pasado un año desde que estábamos juntas, al fin habíamos decidido vivir juntas, habíamos dejado nuestros respectivos apartamentos y habíamos conseguido arrendar una casa en la misma calle que el primer café. Nunca pensé en tener una casa, pero para nosotras era muy lógico tener una, ahora teníamos 2 perros, y necesitábamos espacio. Nuestros amigos amaban venir a casa, ahora ella era parte del grupo. De la ecuación. Cada día que perdimos lo recuperábamos a diario con creces. No sabía que se podía ser tan feliz con alguien.
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En el café
FanficLp y Green eran un ir y venir. Jamás podían quedarse en un solo lugar y tampoco podían estar juntas, era como si estuvieran malditas de algún modo y al mismo tiempo se pertenecieran.