Me quedé congelado literalmente, al ver a esa persona frente a mi, no podía decir palabras, solo estaba boquiabierto.
X:Hola cinco. Cinco:Pero... X:Te gusta?, ven conmigo, siéntate aquí *le recorre la silla, cinco se sienta y la acomoda* Cinco:Pero... Aidan, tu eras el de la carta? Aidan:Obvio, porque lo dudas, mis poemas son malos? Cinco:No, es solo que... Sin ofender, tu letra no es así. Aidan:Ah es que tu no sabes todo lo que planee. Cinco:Ahora veo que no, pero me lo espere de cualquiera menos de ti, es que, no pasabas tu por mi mente, encerio. Aidan:Hay que feo que pienses así de mi. Cinco:Es que encerio, no estabas ni nervioso ni nada. Aidan:De hecho, me ayudaron tus y mis amigos, por eso estábamos todos en el estacionamiento. Cinco:Y ellos te ayudaron a controlarte o que? Aidan:Masomenos. Emilia ya sabía desde hace tiempo. Cinco:Y no me dijo? Me siento indignado. Aidan:Jajajaj, perdón, le dije que no dijera nada porque ya se que se cuentan todo. Cinco:Esta bien, de hecho es muy lindo el lugar.
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