Feng Jingteng estaba utilizando el ordenador de fotones para navegar por la starnet, y cuando vio que Mei Chuanqi había salido, dijo: "El asunto del supermercado, ya se ha extendido a la starnet".
"¿Tan rápido?" Mei Chuanqi levantó las cejas y se acercó al lado de la cama. Vio que el ordenador fotónico estaba emitiendo el vídeo de la paliza que les dieron en el supermercado, como si hubiera un ratón en el mercado, todos gritando y golpeando. Además, también se dio cuenta de que Feng Jingteng estaba de pie detrás de él protegiéndolo.
En ese periodo de tiempo, quién sabe cuántas veces alguien le había golpeado la espalda, incluso había gente que le lanzaba frutas con la cáscara exterior dura y espinosa como piñas y durianes, pero todas eran bloqueadas por la espalda de Feng Jingteng.
Era sólo el comienzo del otoño y la ropa que llevaba no era gruesa. La fina tela no podía protegerlo de los objetos afilados.
Mei Chuanqi se volvió para mirar a Feng Jingteng: "¿Dónde está el ungüento curativo?".
Feng Jingteng se sentó, sacó una pomada de debajo de la almohada y se la dio.
Mei Chuanqi se sentó a un lado de la cama y abrió el frasco: "Date la vuelta y túmbate".
Feng Jingteng se inclinó hacia delante: "Úntalo primero en mi cara".
Mei Chuanqi miró el atractivo rostro que estaba a escasos centímetros de él, y el rabillo del ojo se crispó: "Puedes aplicarlo en tu propia cara, ¿por qué necesitas que yo lo haga?".
Feng Jingteng lo miró sin decir una palabra y, sin apartar el cuerpo, utilizó un método silencioso para expresar que quería que le untara la cara.
Mei Chuanqi lo miró con desagrado, y utilizó la punta de su dedo índice para tocar el moretón verde oscuro bajo su barbilla que ahora estaba embadurnado de pomada blanca.
Los efectos del ungüento eran muy útiles. En sólo tres segundos, la mitad de la energía del moretón había desaparecido.
Feng Jingteng curvó los labios con satisfacción, mientras disfrutaba del frío tacto de la yema del dedo en su cara.
Mei Chuanqi volvió a untarle el ungüento en el cuerpo y le preguntó: "¿Por qué tu familia no ha preparado ningún robot doméstico?"
Si hubiera un robot en la casa, sería el encargado de aplicar la medicina.
"No me gusta tener en casa un robot que parece humano pero no tiene emociones". La voz de Feng Jingteng se volvió algo ronca.
Mei Chuanqi estaba de acuerdo con Feng Jingteng. Si no fuera porque Yunqing no sabía hacer las tareas del hogar y necesitaba que alguien lo cuidara, no habría comprado un robot para tenerlo en casa.
Mei Chuanqi estuvo aplicando la medicina con extrema seriedad, y no se dio cuenta de que Feng Jingteng lo miraba fijamente.
Sólo cuando estaba aplicando la medicina en el rabillo del ojo que vio que lo miraba sin pestañear, con una mirada extremadamente concentrada y ardiente, como si estuviera a punto de ser absorbido por los ojos negros de Feng Jingteng .
Su corazón se aceleró mientras retiraba rápidamente los ojos.
Tosió y dijo: "Tu cara ya está untada. Hay que hacerlo en tu espalda".
Feng Jingteng pudo ver que estaba algo distraído por su mirada. Una sonrisa pasó por sus ojos y, muy obedientemente, se dio la vuelta.
En ese momento, sonó su comunicador.
Feng Jingteng miró el aparato de comunicación que mostraba el nombre de Feng Jia'ao, se rió y se levantó: "Iré a recoger la llamada".
Salió de la habitación y entró en el estudio. Abrió el proyector y habló por teléfono, sólo para ver a Feng Jia'ao mirándolo con una expresión fría y furiosa.
"Feng Jingteng, ¿por qué te mezclas con la basura inútil de la Familia Mei?"
Lo más exasperante fue que no pudo encontrar nada cuando envió a sus hombres a investigar el registro matrimonial de Feng Jingteng. O bien el personal del Edificio de Asuntos Civiles no sabía con quién se había casado Feng Jingteng, o eran extremadamente reservados. Incluso los vídeos de vigilancia de ese día tenían sus registros borrados.
Como resultado, encontró a alguien para hackear el sistema del Edificio Civil. Quién iba a saber que la página de registro de matrimonio de Feng Jingteng había sido protegida por alguien, por mucho que intentara descifrarla, no podía romperla. En consecuencia, seguía sin saber quién era el que se había casado con Feng Jingteng.
Sin embargo, las personas enviadas a investigar con quién estaba Feng Jingteng informaron de que había estado con Mei Chuanqi y su hijo durante los últimos días. Sin embargo, Mei Chuanqi ya tenía una esposa, por lo que no podía ser la pareja de Feng Jingteng.
Además, también sería inconveniente investigar sobre Mei Chuanqi, para no dejar que la gente de la Familia Mei lo supiera, y confundir lo que la Familia Feng quería hacer con la Familia Mei.
El rostro de Feng Jingteng se volvió sombrío y frío: "General Feng, no tiene derecho a impedir que me quede con nadie".
Viendo que estaba a punto de cerrar la comunicación, Feng Jia'ao dijo rápidamente: "Espera".
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
