*Narra Rachel*
Tenía que hacer ese maldito trabajo de álgebra,no entendía nada y me frustraba bastante,de por si mi vida no era fácil y sumarle cosas que no usaría nunca jamás en mi vida lo hacía peor.Pues si,Matemáticas me arruina la existencia.
¿A quién en su sano juicio puede gustarle esa materia?
En definitiva a mi no.
Los números y yo somos enemigos desde tiempos inmemorables.
¡¿Por qué diablos los números tienen que mezclarse con letras?!
Suspire con frustración.
Odio las matemáticas y a los malditos números.
Necesitaba a mi amigo y que comiéramos esas tortitas de Marta pero se que necesitaba aprobar ese examen o si no reprobaría y es mi ultimo año para salir de aquí,así que al menos pondría empeño e intentaría no desaprobar.
Se ofreció Jaime a ayudarme,un compañero del tipo de genio en todo lo relacionado con Matemáticas,me sorprendió que me hablara después de todo jamás había notado mi presencia,ni creí que supiera quien era yo,claro que accedí sin pensármelo dos veces,realmente lo necesitaba.
Después de clases me encontré con August quien me miraba haciendo un puchero por no poder ir a su casa hoy.
Su puchero acompañado de esos ojos color cielo,me derretían de amor.
Ok si muy cursi lo siento.
August saca ese lado en mi.
-Tenemos toda la vida por delante guapo,una tarde que no estemos juntos pondrá a prueba cuánto tiempo soportas estando sin mi-dije burlándome de él.
Antes de que él pudiera decir algo Jaime salió del salón de clases diciéndome que ya estaba listo y que me llevaba observé que August lo fulminó con la mirada así que simplemente me despedí y lo seguí.
Una vez que llegamos a su casa observé que era muy bonita,muy alegre,llena de cuadros familiares por donde sea que mirarás,a su vez estaba llena de jarrones por todos lados y en cada punta se encontraba uno de color distinto,supuse que no tendrían niños en esta casa porque de ser así no se como seguirían intactos tantos jarrones juntos.
Me indicó que entrara a su habitación,y esta fue todo lo contrario a lo que acababa de ver abajo,su casa era alegre sin embargo su habitación no lo era,estaba lleno de póster de Nirvana,y Arctic Monkeys por todas partes,sus paredes eran grises tirando a negro,wow este chico si que tenía doble identidad,¿el niño lindo con lentes era todo un rebelde por dentro?
-¿Quién eres niño listo? ¿y por qué siento que lo que demuestras fuera,es solo una fachada?
Sonrió divertido por mi comentario.
-¿Sabes quienes son?- preguntó señalándome sus póster.
-¿Te crees que no se de buen gusto musical?-hice un gesto de ofendida.
-No lo sé,solo se que a las chicas como tu,solo les gusta Taylor Swift y Selena Gómez y no conocen nada más allá de sus canciones.
-¡Ey!-dije golpeándolo-A mi me gusta Taylor Swift y Selena Gómez -reproche molesta-Aun así no las escucho hace bastante tiempo,voy más a lo que lleve mi alma y razón más allá de unas simples letras.
-¡lo ves!a eso me refiero,Nirvana y Arctic Monkeys me trasmiten Justo eso-dijo más que emocionado.
-Me refería a Oasis,the neighbourhood sus canciones te transmiten a otro mundo-confesé divertida-Aun así me gustan sus canciones,especialmente las de Arctic Monkeys.
El río satisfecho por lo que acababa de decir.
-Bien niña con buenos gustos musicales es hora que entiendas un poco de álgebra -insinúo divertido señalado sus cuadernos.
Suspiré.
-Agh que aburrido-rodé los ojos.
-Te invitaré en otra ocasión a escuchar buena música,no te preocupes-me guiño un ojo y me indicó que me sentara a su lado frente al escritorio lleno de absurdos libros de cálculo.
-Pues bien-suspire sentándome junto a él-Si no tengo otra opción...
Después de unas cuantas horas aburridas de números y letras mezcladas y cosas que no se para que las necesitamos aprender, me despedí de él y empecé mi camino hasta llegar a mi casa.
Mi madre no me estaba esperando como era costumbre así que agarre la comida del mediodía y subí a mi habitación para cenar y ver algo en televisión,pero al llegar me encuentro a mi mejor amigo dormido sobre mi cama como si nada.
¿Por qué no me sorprende?
Se veía tan tierno así que solo lo dejé dormir y me senté contra el respaldo de la cama y prendí la televisión lo que provoco que el ruido lo despertase,cosa que maldecí,quería verlo dormir,era una situación divertida de ver.
-¡Rachel! ¿hace cuánto llegaste?-dijo limpiándose la cara y pasándose los nudillos por los ojos.
-Linda baba-respondí burlándome de él.
-Te estuve esperando hace media hora y creo que quede dormido en la espera.
-¿Con que no puedes vivir un día sin mi?,sé que me amas Romeo,admítelo-insinué llevándome el tenedor con fideos a mi boca.El río con vergüenza e inquietud,a caso lo que acababa de decir¿lo había incomodado?
-Y qué tal ese...Chico extraño-pregunto intentando abrir sus ojos e ignorando lo que dije segundos antes.
-Ey no le digas así,se llama Jaime.
-Con que Jaime.
-Nada de ponerse celoso,jamás ocuparía tu puesto-dije guiñándole un ojo.
-Claro que no,jamás me podrían remplazar-antes de terminar su frase se tiro encima de mi y sabía que en es instante vendrían las cosquillas.
-No,no,paraaa,¡AUGUST!,¡Hablo enserio!
Él se detuvo nuevamente sobre mi observándome con esos ojos intensos justo igual que ayer,¿que estaba pasando?,esto se estaba volviendo un poco incómodo incluso creí que intentaría besarme por la intensidad de la situación,el sobre mi,sus ojos observando mis labios,nuestras respiraciones entrecortadas mezclándose entre sí.Decidí hablar para bajar un poco la tensión.
-¿oíste alguna vez a Arctic Monkeys?-pregunte sentándome y acomodándome justo como estaba antes.
-Si-respondió tan secamente que me preocupo-me tengo que ir,nos vemos mañana.
Me sorprendió su reacción.
-Ey-sostuve su muñeca deteniendo su paso-¿está todo bien?
-Si tranquila,solo me acordé que tenía que hacer algo.Nos vemos-beso mi frente y salió sin más por la puerta.
Eso fue raro.
Todo esto empezó a resultarme no solo raro si no incómodo,y me puse a sobre analizar todo como era mi maldita costumbre pues si,soy una masoquista con mis propios pensamientos.
¿Que estaba pasando entre ambos?,no terminaba de entenderlo del todo.
Se estaba comportando extraño conmigo.
En el caso de la mínima y estoy hablando de una muy mínima probabilidad de que él sintiese algo por mi y solo lo estoy imaginando porque sé que no es así,de todas maneras no podría corresponderle aunque quisiese ya que él era luz y yo una gran e inmensa oscuridad aunque él dijera que fuese al revés.
Aunque admito que pensar en esa mínima posibilidad a su vez no me desagrada.
Pero se que no puede ser,él no sentiría eso por mi estoy segura.Alguien como él...jamás podría fijarse en alguien como yo.
ESTÁS LEYENDO
"Una triste tarde de octubre"
Teen FictionDos amigos y más que eso,un secreto que puede desatar más que dolor y tristeza. Octubre época de cambios y quizás de transformaciones mucho más allá de lo emocional. ¿Que secreto oculta aquel chico y de que tanto teme que salgas a la luz? ¿Y si aque...