"Una triste tarde de octubre"

-Capitulo 19-Si estas tu,todo estara bien...

*Narra Rachel*
Seguía preocupada por esos chicos que no salían de mi cabeza y que su simple ausencia provocara disgusto en mi.

August...

Jaime...

Tan distintos y tan perfectamente imperfectos,me gusta llamarlos así,lo leí en algún libro de eso que te marcan la vida...y una vez que lo leí no salió más de mi mente.

Porque ambos eran así
Perfectos para mi y tan imperfectos a su vez.

August alejándome cada vez que podía.

Jaime tan guardado en si mismo como una caja que no se abre por completo,al menos que metas la llave en aquel candado que impedía abrirlo.

Nunca termino de entender a ninguno de ellos,pero joder que los quería.Jaime se había ganado todo mi cariño este tiempo y aunque quisiese ser algo más que amigos yo solo le podría brindar mi amistad, porque aunque no se si podría admitirlo en voz alta mi corazón ya tenía dueño, aún así mi cariño por él no cambiaria porque era demasiado grande.

Y bueno August,mi August,decir que ser mejores amigos sigue en mis planes,pues no sería mentirles del todo,pero quisiera algo más que una amistad.

Soy un lío mental,pues si...

Al llegar a casa mi madre no estaba,eso quería decir que salió a beber con sus amigas,no era alcoholica cosa que agradezco,pero cuando se sentía mal solía salir  a despejarse con sus amigas,de cierta manera agradecía la calma de que la casa estuviera sola así que no me molestaba que no estuviera.

Fui a mi habitación me quité el uniforme y me puse una remera con la frase bien grande "Reflections-The Neighbourhood" me la había regalado August,me gustaba era súper ancha y grande pero sobre todo cómoda,me llegaban poco antes de las rodillas.

Cuando termine de colocarme la remera me recogí el cabello y decidí mírame nuevamente en el espejo.

Mirarme era algo que simplemente me hacía sentir insegura e incapaz de verme más allá que una chica flaca y para nada atractiva.

De mis ojos empezaron a caer lagrimas sin control alguno,sollozos y más sollozos,me veía horrible,asquerosa.

Y lo que menos pensé ver y en esos momentos con esas pintas,sucedió...

August saliendo de mi armario.

Joder casi me agarra un infarto.

Sin siquiera decir una sola palabra vino hacia mí abrazándome y haciéndome sentir nuevamente segura estando en esos fuertes brazos,sinceramente no era inesperado que estuviera en mi armario,solía hacerlo casi siempre para asustarme o cuando quería esconderse del mundo,pero en las condiciones en que nos encontramos me pareció súper inesperado pero más que nada necesario más bien.

Después de unos largos minutos de estar abrazándome despegó sus brazos de mi cuerpo para agarrar mi rostro entre sus manos.

-¿que te sucede mi luz? ¿Por qué estás mal? ¿Es por mi culpa?

Gire para mirarme al espejo de nuevo,y allí estaba,tan espantosamente horrible,era un zombie viviente,ojeras hasta el suelo,cabello despeinado,y la cara hinchada de tanto llorar,solo sabía una cosa necesitaba paz y eso lo conseguía estando con él.

-¿podemos solo acostarnos y escuchar a Oasis?

-Lo que quieras mi luz-dijo acariciando mi rostro con sus dedos.