-Capitulo final-"Te perdi para siempre"

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*Narra Rachel*
Debía detener esto,no,no lo quería a él,quería a August,yo lo sabía perfectamente.

Porque el deseo de alguna forma lo encontraba en él pero con August...era diferente,era amor,amor puro y sumamente único pero más que nada,real.

En cada uno de sus besos pensaba en el,pensaba que de cierta forma lo engañaba,pensaba en cómo sería que aquellos labios fueran los August y no los de él.

Podía ser alguien sumamente atractivo como lo era el,Jaden tenía esa descripción en su persona,oh créanme que si...pero era simplemente eso...deseo nada más.Y yo era una persona horrible por intentar algo que sabía que no tendría un final feliz para ninguno.

Era mi culpa y debía detener esto.

-Jaden,¡No!...-me costó hablar-vete por favor-me solté de su agarre.

Esto estaba mal,muy mal.

-¿Por qué te cuesta admitir que sientes lo mismo que yo?-pregunto con su mirada fija en mi,esos ojos grises observándome con tristeza.

Debía ser honesta de una vez por todas.

-Porque a pesar de que me siento atraída por ti,mi corazón tiene dueño...y siempre será así-agache mi vista de la suya,no soportaba verlo así-amo a August,y tú a pesar de que me hiciste dudar e intentar confundirme,lo sé,mi amor va mucho más allá que una simple atracción física,lo siento pero...

-No digas nada Rachel,por favor no sigas-dijo con los ojos rojos a punto de quebrarse.

Me dolía,dolía tener que llegar hasta esto para ser clara, y para nada me victimizo,se que soy la mala de la historia.

No quería jugar con el,me gustaba eso no es mentira,pero...no lo amaba.

August ocupaba mi corazón entero,mis pensamientos,mis latidos,mi todo era suyo,le pertenecía cada parte en sumas abundantes.

No quería hacerle eso,pero tenía claro una cosa,amaba a August Campbell,y él ni nadie evitara que hoy él lo supiera.

Una vez que se fue sin decirme más nada ni dedicarme una sola mirada suspire y entre a mi habitación con ganas de llorar, decidí llamar a August para ver si ya venía pero no me atendió.

Se que soy una maldita idiota por no confesarle eso antes,créanme lo sé,pero era el momento,debía hablarlo con él y confesarle mis sentimientos.

No me atendía el teléfono luego de dejarle como treinta mensajes y veinte llamadas.

Empecé a preocuparme cuando ya había pasado más de 30 minutos de lo acordado.

No me importo nada,mi instinto me decía que algo iba mal y no sé muy bien el que.
Mamá y yo no teníamos coche así que sin importarme cómo iba vestida agarre mi bici,no sin antes sacarme los tacones para poder andar mejor y fui hasta su casa en bicicleta.

Pedalee con fuerza,mi corazón presentía algo malo,y por primera vez temi lo peor.

Mis miedos cobraron vida y más gravedad al ver una ambulancia en casa de mi mejor amigo.

¿Que hacía una ambulancia allí?

Tire mi bici a un costado del árbol,y no me falto saber que algo iba mal al ver a Regina llorar destrozada en los brazos de Tom y Marta a un costado maldiciendo y llorando a su misma vez.

¿Que estaba sucediendo?

Mi mirada se cruzó con la de Regina y me indicó que algo malo,muy malo había pasado.

Mis piernas dejaron de funcionarme y me quebré,en ese instante caí arrodillada sobre el suelo,sin entender del todo pero entendiéndolo todo a su vez.

"Una triste tarde de octubre"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora