el extranjero ✦ chanlix omegaverse!

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Hyunjin se arrodilló junto a Felix preocupado, sabía que algo estaba mal pero no quería meterle presión a su mejor amigo. Lo conocía lo suficiente para saber que Felix no trabajaba bien bajo presión, que podía alterarse más y cerrarse, como una almeja.

El omega sintió las lágrimas aglomerarse en sus ojos, nublando su vista  y con su pecho ardiendo como si un fierro caliente estuviera marcando su corazón al rojo vivo. Jadeó sintiéndose impotente y limpio sus lágrimas como pudo, incorporándose...

No lo entendía, tampoco quería entender que estaba pasando porque de alguna forma la burbuja que había creado para protegerse explotaría. Trato de respirar como pudo, aunque sentía que sus pulmones no tenían la capacidad de retener aire. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué demonios se sentía tan endemoniadamente mal?

— Y-yo... — Dudó ante la pregunta que su mejor amigo hacía y luego negó con su cabeza, mientras una sonrisa suave se instalaba en sus labios rosados un poco resecos. — Sí, tranquilo. Solo tropecé... —

Hyunjin frunció sus labios con disgusto, suspirando ante la terquedad de su mejor amigo pero no dijo nada más. Estiró su mano para ayudar al omega a levantarse del suelo.

— Estás extraño Lix — Susurró el beta, entrelazando sus dedos con los del menor mientras un suspiro se hacía presente.

Ese contacto sencillo y suave hizo que Felix se desconectara un poco de la realidad, le había inducido calma con un simple toque y el omega se desconcertó ante eso. ¿Qué?

Sus ojos azules se quedaron clavados en los de su mejor amigo unos segundos, captando sus preciosas facciones y su expresión preocupada, con su largo cabello rubio cayendo hasta sus hombros y sus abultados labios que se fruncían en una línea con disgusto, amargos.

— J-Jinnie... — Murmuró, intentando soltarse del agarre que el beta mantenía sobre él logrando que Hyunjin solo lo afianzara más. Como diciéndole que no lo dejaría ir tan fácil.

— Te sostendré.—  Sentenció con seguridad — Así no volverás a tropezarte — Y una hermosa sonrisa se instaló en sus labios, dedicándosela solamente al pecoso quien no supo que responder, bajando la cabeza con las mejillas sonrojadas mientras asentía en silencio.

Hyunjin siempre estaba ahí cuando más lo necesitaba y de forma incondicional... Fue por eso que en ese instante, mientras sus manos permanecían unidas al caminar por la montaña que Felix se sintió mal, por estarle mintiendo a su mejor amigo.

Fue en ese momento en el que Felix se preguntó por qué no podía ser Hyunjin con quien debía formar una familia. Por que no podía casarse con él en silencio y solo gobernar juntos. No importaba si no podía darle descendencia, si no podía darle hijos. Si no podía ser suyo por completo...

Hyunjin era tan bondadoso que Felix no entendía por que no podía enamorarse de él. Todos lo conocían, le tenían confianza. Su pueblo estaría bien si fuese Hyunjin, si solo fuera él todos sus problemas se resolverían como un parpadeo.

Estaba confundido, se sentía mareado y adolorido... Pero aún así él estaba allí para él, aunque le estuviese mintiendo, aunque no dijera  nada. Él lo estaba sosteniendo, preocupándose  en silencio sin presionarlo de ninguna manera.

— Hyunjin... — Le llamó en voz baja mientras caminaban rumbo a la cima, tomados de la mano. — En mi próxima vida... Seré tuyo, cuando renazca te buscaré. Trataré de estar contigo aunque estemos en continentes separados, aunque  no hablemos la misma lengua, aun si eres el novio de alguien más... Intentaré estar contigo —

El beta le observó con una mirada curiosa antes de simplemente sonreír con el corazón ligeramente alterado. ¿Por qué Felix hacía ese tipo de comentarios con tanta seguridad?