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Felix jamás había estado cerca de la zona costera del país, mucho menos había visto una extensión acuática tan grande como lo era el océano, así que sencillamente no podía creer lo que estaba viendo. La luna brillante se alzaba todavía permitiendo a ambos prófugos observar el reflejo de aquel astro en el océano. El omega casi sentía que si se acercaban mas aquel enorme pozo de agua, serían inevitablemente arrastrados al fondo, lo cual era aterrador.

Sus manitos se aferraban fuertemente a la ropa del alfa quien sonreía incrédulo al verse envuelto en esa situación. Huyendo con su omega lejos de todo. Sentía como si solo ellos dos estuvieran en el mundo y por eso le era casi que imposible querer detenerse, pensar un poco en que quizás la estaba regando y debía volver.

Aún así, Chan estaba librando una batalla interna. Le irritaba en sobremanera el hecho de que su dulce omega siguiese apestando al otro alfa, su cuerpo se sentía descontrolado y su lobo aullaba furioso al sentir a su alma gemela impregnado de un aroma que no era el suyo. Le asqueaba y le daban ganas de asesinar a la persona quien se había atrevido a tocar a su omega. Su mente una y otra vez trataba de calmar los fuertes instintos que trataban de someterlo y trataba de centrarse en el ahora, en lo que estaba pasando en ese preciso lugar.

El pecoso permanecía en silencio, agotado. Su lobo mas tranquilo que hace horas pero aun débil, dormido por la fuerza de una droga que lamentablemente no podía suprimir por su cuenta, aterrorizado de que le hicieran daño a Felix quien justo ahora carecía de instintos... Pero confiaba en que su alfa lo cuidaría, y podría por fin descansar para recuperar todas sus fuerzas y librarse de esa nube venenosa de feromonas que aún estando lejos del foco, afectaban su manera de actuar...

Las luces en el horizonte hicieron al alfa sonreír, el puerto a esas horas estaba despierto, con todos sus trabajadores dando todo de si mismos para que cada embarcación entrara y saliera en el tiempo que correspondía. Buques enormes llenos de luces que soltaban densas bocanadas de humo al cielo...

Los pasajeros turisteaban los alrededores, esperando pacientes su turno de embarcar su viaje de vuelta. Mujeres y niños vistiendo ropa costosa y fina, caminando con esos zapatos de tacones altos y sombreros enormes. 

Chan detuvo el hermoso corcel varios metros antes del puerto, Ayudando a Felix a bajar y permitiendo que su omega se despidiera con amor de su fiel acompañante quien lo había traído a él y a su alfa lejos de su hogar. Su mirada era suave mientras su frente chocaba con la del enorme animal que junto a Felix se volvía manso, agradeciéndole en silencio mientras acariciaba sus hebras y luego dejaba un suave beso en su frente. Pidiéndole a todos los dioses que por favor lo ayudaran a volver sano y salvo a su hogar.

Luego de que Chris bajara las cosas el enorme corcel comenzó a galopar de vuelta a su hogar, libre, mientras la brisa ondeaba y la luna iluminaba su camino.

Felix se quedó absortó, mirando el horizonte y las olas chocar en las piedras del muelle. Observaba esas enormes construcciones que llegaban hasta el cielo mientras  se balanceaban en el océano flotando, diez veces más grandes que sus pequeños botes de pesca. Y sentía que estaba perdido en una dimensión nueva, donde los caminos de tierra desaparecían y no había vegetación a su alrededor.

—Aún no es tarde para volver...—  Murmuró Chris, queriendo asegurarse de que su omega estaba seguro de su decisión.

— Nunca había estado en el océano... — Respondió calmado, mientras la brisa salada agitaba sus cabellos. —Tampoco había visto en persona las grandes embarcaciones que aparecían en los libros de Jinnie, o los edificios de los que hablaba mi padre— Siguió mientras el alfa simplemente lo escuchaba. —Y todo siempre estuvo tan cerca...—

Chan en ese momento se sentía perdido en la figura del aborigen, quien por primera vez en días volvía a tener esa expresión pacifica y tranquila. Sus enormes ojos azules perdidos en la inmensidad del océano siendo iluminado por la imponente luna. Todo parecía tan etéreo; Él, ese momento, el sonido de las olas, la brisa, la luna. 

—Me he dado cuenta, que mi vida... Se ha reducido a mi pequeño pedazo de bosque. No conozco más que mi propia cultura, siempre estoy cegado completamente por mis deberes y lo que se supone que debería hacer...— Continuó, sintiendo que el muchacho extranjero era la única persona que iba a entenderlo sin juzgar. — No quiero sentir que no soy nadie si no estoy con mi pueblo, no quiero sentir que mi vida simplemente se reduce a un matrimonio. Quiero amar, quiero vivir, quiero...— "Ser libre"  pensó, sin la capacidad de poderlo decir  en voz alta.

Y probablemente esa era la primera vez que Felix comentaba en voz alta sus pensamientos. Chan no se pudo resistir, se acercó a él en silencio, tomándolo con delicadeza de la cintura para apegarlo a su cuerpo y lo besó profundamente, sintiendo todas esas emociones que enloquecían su corazón alborotarse mientras saboreaba esos esponjosos labios en forma de corazón.

El omega sintió su cuerpo tensarse intensamente, sin saber como reaccionar debido a la gran confusión que sentía. Un poco de nauseas se instalaron en su estómago revolviéndolo y haciéndole sentir una falsa sensación de asco. De que le estaba siendo infiel a quien se supone debería ser su pareja... Pero aún así le correspondió, derritiéndose ante ese cálido toque. Estando solos en todo el universo, donde lo único que importaba era adorarse en silencio y sanar todas las heridas que el pasado había dejado en sus corazones. Como si pudieran hacerlo con facilidad, en ese momento, nada era imposible.

—Eres mucho más de lo que piensas, Felix— Fue directo, sus palabras dieron justo en el corazón del omega quien se sintió flotando en una nube tras escucharle. —Y quiero asegurarme que sepas lo valioso que eres, que estés acompañado o solo, en tu hogar o en otro lugar, hablando el idioma que sea... Sigues siendo la persona mas valiosa parada sobre el maldito planeta tierra—

"Claramente... Sin mi a tu lado ¿Quién eres, Felix? Necesitas alguien que te cuide y te proteja para poder vivir y ser alguien digno. ¿Qué es un omega sin un alfa a su lado? Y yo, soy tu mejor opción"  

"Tus deberes son aquí, y ahora. Solo debes dedicarte a tu gente y a tu próximo alfa"

"Por favor, todos sabemos que sin tu puesto de príncipe, no eres nadie. Así que por favor, compórtate y céntrate en tus deberes"

Aquel mar de recuerdos azotaron su mentecita ante las declaraciones del alfa quien hablaba tan seguro, observándolo a los ojos y haciéndolo sentir valioso, llenándolo de confianza en si mismo cuando todos a su alrededor siempre se habían encargado de deconstruirlo para amoldarlo a sus necesidades.

— C-chris...— Susurró, llamando la atención del alfa quien sintió que su corazón se derretía al ser llamado tan cariñosamente por esa persona que tanto le encantaba. — ¿Puedes besarme otra vez? —

Y su sonrisa se extendió antes de volver a unir sus belfos con los del omega. Dejando caer en la arena blanca las cosas que cargaba todavía en sus manos para dedicarse completamente a sostener a su chico, mientras las  olas reventaban a sus espaldas y sus corazones latían desenfrenados y ansiosos por más. 

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el extranjero ✦  chanlix omegaverse!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora